En general no es obligatoriamente necesaria la intervención psicológica hasta alrededor de los 4-5 años, ya que muchos niños espontáneamente lo dejan a medida que desarrollan otras estrategias autorreguladoras y porque la mayoría de las secuelas adversas no aparecen hasta dichas edades
Tipología del tratamiento psicológico
Los objetivos primordiales del tratamiento de chuparse el dedo o un chupete, entre otros hábitos suctorios, son prevenir las complicaciones dentales y los efectos adversos potenciales en las relaciones padres-hijo, las relaciones sociales y la autoestima del niño.
En general no es obligatoriamente necesaria la intervención psicológica hasta alrededor de los 4-5 años, ya que muchos niños espontáneamente lo dejan a medida que desarrollan otras estrategias autorreguladoras y porque la mayoría de las secuelas adversas no aparecen hasta dichas edades.
Las estrategias iniciales del tratamiento son:
· Identificar los factores que causan este hábito convertido en nocivo (factores emocionales, adaptativos...)
· Autorizar al niño a participar activamente, mostrando colaboración e interés en abandonar el hábito
· Orientar a los padres en evitar los castigos, amenazas o recriminaciones porque sólo consiguen aumentar el condicionamiento al hábito
· Fomentar en la dinámica familiar el diálogo sobre cómo se siente el pequeño respecto a su hábito, toma de conciencia del mismo mediante cuadrantes visuales, anotando sus mejoras y evolución, elogios y recompensas ante dichas mejoras, y respuestas alternativas como mantener las manos activas con juegos, puzzles, manualidades o simplemente la presión de objetos o uso de guantes para descondicionar el hábito de succión digital y onicofagia
· En el caso de otros tipos de succiones como la labial o de mejillas, una técnica favorecedora es la instauración de patrones respiratorios óptimos con sellado labial y la relajación progreiva de Jacobson, y seguir un proceso similar al anteriormente descrito
Qué debemos evitar para que el niño no lo interprete como castigo y prolongue el hábito de chuparse el dedo:
Vendas elásticas o cabestrillos para que el niño no pueda doblar el codo sobretodo de manera involuntaria al dormir ya que le provocaría inflamaciones y adormecimientos
Sustancias amargas sin su permiso ya que éste buscará rtas alternativas peores, lavarse los dedos o chuparse o morderse otro dedo
Hacerle saber continuamente su “mala costumbre” sólo efectuará más presión y compensar con el placer que encuentra en la succión
La duración del tratamiento dependerá en gran medida de la edad del paciente, su nivel cognitivo, su interés y colaboración familiar y las causas afectivas que lo han desencadenado.
Referencias
Deglución atípica. Relación con las maloclusiones dentarias. Haydee C. de Rojo.
- Logopedia y ortopedia maxilar en la rehabilitación orofacial. Nidia Zambrana y Lucy Dalva.
- Manejo temprano de los hábitos orales. Dr. Eduardo Rodríguez Ataíde
- La orientación psicológica en el maneo de ciertos hábitos en odontología. Dr. Óscar Quirós Álvarez
- Succión digital. Pediatric Advisor