En nuestro entender, la agresividad se da nivel social y la concebimos a este nivel como un acto que daña o hiere a otra persona que en su extremo culmina en el acto violento. Creemos que sus raíces se encuentran en los vínculos interpersonales agresivos, pero no violentos, en la temprana infancia vinculadas al entorno familiar y a los pares del adolescente.

Asimismo esta claro que el rechazo de los pares a su vez incrementa la conducta agresiva y dificulta el aprendizaje de habilidades sociales. La red de amistades que establecen puede ser con personas de características semejantes que lo llevan a cometer trastornos de conducta. De este hecho se han apropiado aquellas personas que se oponen a la educación mixta de género.

La asertividad por el contrario esta asociado siempre a los buenos modales y al buen proceder, elementos que muchas veces le son asimilados – por tradición- a las mujeres cuando se les concibe como débiles y frágiles en su actuar. No obstante el bajo porcentaje en general en los resultados obtenidos demuestra poca consistencia a esta creencia.

Ambos estilos donde predomina lo femenino se relacionan, ya que la aserción es, pues, una alternativa aceptable socialmente, que puede sustituir a la respuesta agresiva, de mayor coste social.

Esta claro que estos estilos reconocidos, particularmente los de mayor frecuencia y porcentaje obedecen a diversos factores tales como contexto familiar, grado de socialización y los cambios psicoemocionales de los adolescentes. Lozano (2000,) establece que "los estilos cognitivos refieren patrones específicos inconscientes y automáticos a través de los cuales las personas adquieren conocimiento. Este conocimiento no solo es a nivel de contenidos factuales o procedimentales; sino predominantemente actitudinales.

Las normas de comportamiento aprehendidas al interior del grupo de amigos en el colegio y fuera de el son sin lugar a dudas una de las causales del porque la mayoría de alumnos son pasivos dependientes
Los estilos cognitivos tienen una relación directa con las tendencias o inclinaciones naturales para realizar una acción de cierta manera y no de otra. Las tendencias constituyen hábitos o costumbres arraigadas con orígenes en experiencias tempranas de la vida del sujeto. La edad, el género, la cultura, el ambiente, el tipo de estimulación, entre otros, influyen notablemente en la constitución de las tendencias y, como resultado, en el desarrollo de los estilos cognitivos.
Queda claro que la mayoría de los alumnos del primer año “E” de secundaria de la institución educativa “Miguel Cortez” presentan un estilo cognitivo pasivo dependiente con baja autoestima lo que decididamente influye en sus relaciones sociales, que los niveles de asertividad , si bien no son escasos, su cercanía a niveles de agresividad preocupan, ya que ello genera violencia ( en todo sentido) lo que podría explicar la presencia de pandillas en el colegio, adolescentes agresivas entre ellas y con sus pares masculinos, el rechazo a normas y reglas escolares, etc.
Finalmente se establece que las repercusiones conductuales, y/o comportamentales son negativas si es que la institución, los tutores no asumen el reto de mejorar el desarrollo de las habilidades sociales y una cultura de valores en sus alumnos, de manera tal que la asertividad no solo cuestión de conducta sino de principios personales e institucionales.

 

Referencias

REFERENCIAS

Alonso, C.; Gallego D.; Honey, P. (1994). Los Estilos de Aprendizaje: Procedimientos de diagnóstico y mejora. Bilbao: Ediciones Mensajero

Brown y Levinson, (1987). Estilos cognitivos: socialización y aprendizaje. Editorial Mc Hill. Mexico DF.

Gutiérrez, A., Estapé, E., Martín, N. y Zubiaur, M. (2005) Metodología para determinar los estilos cognitivos en gimnastas, con la utilización de plataformas de fuerzas. Universidad de León. En http://www.efdeportes.com/efd60/gimn.htm.

Lozano, A. (2000). Estilos de Aprendizaje y Enseñanza. Un panorama de la estilística educativa. ITESM Universidad Virtual - ILCE. México: Trillas

Sierra, J. (2001) Estilos cognitivos (dependencia-independencia de campo) en niños sordos. Implicaciones educativas. Vicerrectorado de Extensión Universitaria Universidad Complutense de Madrid, Madrid. En http://sid.usal.es/mostrarficha.asp_Q_ID_E_915

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