Nunca es necesario utilizar todos los instrumentos disponibles, pero es útil que el terapeuta posea un repertorio rico de evaluaciones para adaptarse a las características y necesidades observadas en cada niño.
En esta segunda parte del artículo se describen los roles del terapeuta ocupacional en el programa, se presentan los instrumentos de evaluación utilizados durante el proceso de determinación de elegibilidad así como otros necesarios para obtener información adicional sobre el niño, y se introducen algunos de los modelos conceptuales usados por los terapeutas en este estado. Finalmente, se presenta un ejemplo clínico que ilustra el proceso de evaluación e intervención de terapia ocupacional en intervención temprana.
El terapeuta ocupacional como evaluador inicial
El terapeuta ocupacional tiene diversos roles en este programa. Los principales son: evaluador inicial (como parte del proceso de elegibilidad) y proveedor directo de servicios terapéuticos. En su rol de evaluador inicial el terapeuta ocupacional asiste a la primera evaluación de equipo cada vez que la familia del niño o la persona derivante (pediatra, trabajador social comunitario, etc.) haya indicado preocupación en alguna sus áreas de competencia de acuerdo con lo establecido por las regulaciones de intervención temprana en el estado de Illinois (ver artículo previo: El programa de intervención temprana en el estado de Illinois y las contribuciones del terapeuta ocupacional). Estas son: actividades de la vida diaria (AVD), integración sensorial/autorregulación, y motricidad fina. En ocasiones, es posible que el terapeuta ocupacional no participe de la evaluación inicial de equipo, pero si en la evaluación global realizada por el terapeuta del desarrollo se identifica un retraso significativo en el área de motricidad fina o en las AVDs, el terapeuta ocupacional es llamado a evaluar al niño en esa área a posteriori. Frecuentemente el equipo en su conjunto identifica, al realizar la evaluación inicial en ausencia de un terapeuta ocupacional, posibles problemas de procesamiento sensorial que parecen afectar aspectos de la conducta del niño. En esos casos se requiere una evaluación de terapia ocupacional para explorar el procesamiento sensorial del niño.
Instrumentos de evaluación utilizados por el terapeuta ocupacional
El programa de intervención temprana en Illinois establece que para determinar si un niño califica para recibir servicios sean utilizados solamente instrumentos estandarizados y provee un listado de evaluaciones aceptadas para cada una de las cinco áreas evolutivas (cognitiva, motora, comunicación, emocional/social, adaptativa) y para las evaluaciones globales. Entre las evaluaciones apropiadas a las áreas de competencia del terapeuta ocupacional usadas con más frecuencia se encuentran las Escalas del Desarrollo Motor de Peabody II (Folio & Fewell, 2000), el Perfil Sensorial de Lactantes y Niños de Corta Edad (ITSP) (Dunn, 2002), y la sección de cuidado personal del Perfil del Aprendizaje Temprano de Hawaii (HELP) (Furuno y col., 1984). Información más detallada sobre estos instrumentos se encuentra en al Apéndice. Siempre que use los instrumentos aprobados por el estado de Illinois para determinar elegibilidad y describir progreso, el terapeuta puede usar instrumentos adicionales para explorar otras áreas de preocupación, complementar la información obtenida, y lograr una imagen más acabada del desempeño ocupacional del niño.
Para un listado de esos instrumentos, véase el Apéndice.
Nunca es necesario utilizar todos los instrumentos disponibles, pero es útil que el terapeuta posea un repertorio rico de evaluaciones para adaptarse a las características y necesidades observadas en cada niño. En general, casi todos los instrumentos ofrecen información puntual sobre áreas funcionales aisladas del niño, pero no permiten obtener una imagen integradora de la participación del niño en las ocupaciones propias de su edad de acuerdo con las demandas de su ambiente. Es por eso que el terapeuta ocupacional debe usar sus habilidades de entrevistador y observador clínico para formar una visión de conjunto y entender cómo las distintas habilidades funcionales, la volición, la rutina diaria y las características del ambiente impactan la participación del niño en las ocupaciones de la infancia. Preguntas que el terapeuta ocupacional puede hacerse y comunicar a la familia incluyen: cómo es la rutina del niño, cuáles son sus juegos favoritos, entre otras. Y mientras observa al niño participar en las actividades propias de la evaluación, debe preguntarse y observar: cómo es el juego espontáneo del niño, es repetitivo o es variado y creativo, toma iniciativas o espera que un adulto le indique qué hacer, cómo se comporta al enfrentar un desafío (por ejemplo, una tarea que nunca realizó antes), etc.