Alternativa de ayuda para adolescentes de 12 a 16 años con tartamudez.

Autoras co-participantes:
Dra. C. Elsie Alejandrina Pérez Serrano, Centro de Estudios en Ciencias de la Educación, Instituto Superior Pedagógico “José da la Luz y Caballero”, Holguín, Cuba.
Ms C. Vivian Vega Bonet, Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales”, Holguín, Cuba.
Ms C. Nadia Chávez, Vicedecana Docente, Facultad de Educación Infantil, Instituto Superior Pedagógico “José da la Luz y Caballero”, Holguín, Cuba.


Diversos son los trastornos en la comunicación, pero pocos han resultado tan indescifrables como la tartamudez. Los datos revelan que alrededor del 1% de la población mundial es tartamuda (Perelló, J. 1973; Quirós 1978, Santacreu, J. 1984; Irwin, A. 1994; Pérez, E. 2000; Fernández, G. 2001). El centro de la problemática relacionada con la atención a estas personas radica que no se tiene certeza de las causas que la originan, lo que dificulta la formulación de una teoría sólida que facilite las vías para diseñar ayudas eficaces.

La génesis de la tartamudez se busca en el sustrato orgánico de las funciones psíquicas superiores: el Sistema Nervioso Central, por alteraciones endocrinas o bioeléctricas que la ciencia aún no ha podido corroborar. Contribuye en este empeño el desarrollo alcanzado por las neurociencias y el Proyecto Genoma Humano. Pero el maestro, el logopeda y la familia enfrentan una realidad que demanda respuesta: el escolar y el adolescente tartamudo, cómo ayudarle y cómo evitar la aparición de este trastorno en el desarrollo de las niñas y los niños.

Diversos han sido los métodos utilizados para la corrección de la tartamudez, en su generalidad poco efectivos. Por ello autores contemporáneos continúan buscando vías de solución como Irwim, A. (1992, 1994); Dinville, C.(1992); Biaint de Touzet, B.(1991) y Santacreu, J. (1991), entre otros, y entre los investigadores cubanos destacan Cabanas, R.(1973, 1997) y Fernández, G.(1989, 2005).

Las propuestas de estos autores tienen en común, la realización de la intervención desde una instalación especializada: aula o gabinete logopédico, consulta, sanatorio, clínica u hospital. Sin embargo el lenguaje es resultado del desarrollo cultural del hombre, y la escuela ocupa un lugar importante en su formación y desarrollo, por lo que la superación de este trastorno tiene como contexto ideal el proceso pedagógico.

A partir de año 1991 para dar respuesta a una de las prioridades del servicio logopédico en la provincia de Holguín, se dio inicio a un sistema de investigaciones cuyo centro fueron personas de diferentes grupos etáreos con tartamudez. Estudio que a través del trabajo científico de los estudiantes se extendió a las provincias de Las Tunas (Tunas y Puerto Padre) y Granma (Bayamo y Manzanillo). Entre los resultados destaca que los profesores de la secundaria básica no están preparados para atender este escolar lo que se deja al psicopedagogo. Como consecuencia se fue modelando una alternativa de intervención para esta población, la cual se ofrece a otros logopedas, foniatras, spicólogos, fonoaudiólogos y otros profesionales.

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