Con el propósito de detectar casos de sordera, el 15 de noviembre próximo la Asociación Yucateca Pro Deficiente Auditivo (Ayproda), con apoyo de la Fundación Yucatán Country Club, llevarán al cabo mediciones otoacústicas en niños de 7 horas de nacidos a 9 años de edad. La actividad se efectuará en el centro comunitario In Huotoch que la Fundación tiene en Chablekal, a partir de las 9 de la mañana y hasta que se vaya el último paciente. Las mediciones son el método más rápido de detección de problemas auditivos en grandes poblaciones, explica Danilú Vales Gamboa, presidenta de Ayproda, tras indicar que el procedimiento es muy sencillo. Jorge Canto Herrera, secretario de la asociación, indica que el aparato “manda un onda sonora que choca con los órganos del oído; si las células no se mueven es que no están siendo estimuladas”. La prueba no duele, consiste en colocar un minitapón en la oreja, desde donde envía una señal al interior del oído y la respuesta se registra. Se puede efectuar incluso en niños dormidos. Los entrevistados aclaran que la evaluación lo único que les va a decir es si el niño oye o no. A los casos positivos se les canalizará para su tratamiento. “Le damos seguimiento para que el niño reciba rehabilitación”. Señalan que buscan reducir los índices de sordera en Yucatán, que ocupa el cuarto lugar en incidencia en el país. “Hay que darle importancia, así como se checa la vista hay que checarnos el oído”. A pesar de todo, Yucatán es de los estados donde más campañas masivas se realizan, aunque por cuestiones sociales y culturales muchos casos se quedan sin tratar. “La sordera es el patito feo de las discapacidades, como no se ve no afea”, señala Danilú, tras comentar que desean sensibilizar a la gente de los alrededores para que se preocupen y ocupen de la sordera. Antes, añade, a los niños sordos se les arrinconaba y no se les dejaba salir; ya de grandes se les mandaba a trabajar la milpa, cuando con un buen tratamiento pueden llegar a ser excelentes profesionales. Es por ello que exhortan a la población de Chablekal, Conkal, Dzibilchaltún y otros lugares a que lleven a sus niños a realizarse la prueba. Los únicos requisitos son que el menor no tenga gripe, pues esto puede influir en el resultado de la evaluación, y que los padres firmen su autorización. En una clínica privada la prueba cuesta $1,200, pero a los beneficiados del programa no se les cobrará. Rosannette Mantecón Ponce de Díaz, presidenta de la Fundación, subraya que siempren tendrán las puertas abiertas a asociaciones que benefician a la sociedad. “Es muy gratificante unirnos y llegar a más personas”
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1/11/2014