Una pregunta acerca de la dislexia, amuebla la cara b del mobiliario urbano municipal. A diario me cuestiono qué es ser normal, sobre todo cuando profundizo en las emboscadas físicas y espirituales que gasta la vida.



La dislexia es un problema neurológico con base genética que dificulta aprender a leer y escribir al mismo ritmo que la media de los compañeros de clase, sin causa intelectual, sensorial, emocional y/o socio-cultural que lo justifique. El 10% de los malagueños es disléxico. Detrás de muchos fracasos escolares hay dislexia, diagnosticada tarde, cuando la autoestima del educando es nula. Por eso su detección temprana es prioritaria.



Pienso que la mayoría de los supervillanos y doctores malutos de las películas están inspirados en disléxicos con mala baba. Personas brillantes que se refugian en el lado chungo de la convivencia de puro rencor.



Por ello, ASANDIS, Asociación Andaluza de Dislexia, alerta a los padres, a los profesionales la docencia, a los maestros, a los profesores universitarios, a los consejeros y a los políticos para que éstas autoridades pelen el ojo y atiendan a las necesidades de estos niños, en vez de ningunearlos en el hábitat escolar.



Si no se incluye en la legislación educativa la dislexia como un problema de aprendizaje y se forma a docentes, pedagogos, logopedas y psicólogos que se vuelquen con los y las alumnas disléxicas del jardín de infancia a la universidad, estamos desaprovechando futuros frutos de mentes privilegiadas marginadas por un sistema educativo decimonónico.



En Holanda el diseñador Christian Boer ha diseñado una tipografía para disléxicos, cuyas letras no se parecen entre sí. Las personas con dislexia, con cabeza muy rápida, juegan con las letras, las sílabas rotándolas y volteándolas, hasta un punto que no distinguen una «p» de una «q» o una «b» de una «d». Aun así, cuando cuentan con una atención educativa específica y comprensiva, llevan una vida normal. O extraordinaria como Thomas Edison, Richard Branson, Walt Disney, Gustave Flaubert, Harrison Ford, John F. Kennedy, Steve Mc Queen, Quentin Tarantino, Albert Einstein, Bill Gates, Steve Jobs y Pablo Picasso.



En 2010 entre los 20.000 estudiantes de la universidad de Oxford, estaban censados 489 alumnos disléxicos. En la universidad de Málaga por las mismas fechas de 8.000 estudiantes, sólo 3 alumnos constaban como disléxicos. Algo paradójico, dado que estas personas suelen tener un cociente intelectual por encima de la media. Sinsentido que hace recordar a Segismundo en La vida es sueño: «Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido». (disléxico).

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18/05/2013