Existe más o menos 10 escuelas de ortofonistas en toda Francia. Los estudios duran cuatro años, durante los cuales hacemos mucha práctica.
- En pediatría / educación : lo que es lo más común de nuestro trabajo : articulación, retraso mental, disfasia, dislexia, problemas de aprendizaje en general, discalculia, etc.
- En Estomatología : después y / o antes de una operación, también para tratar de evitarla. Se trata de posicionar la lengua y reeducar la deglución, etc.
- En geriatría : con pacientes desarrollando demencias de cualquier tipo, tratamos de evitar una aceleración de la enfermedad : memoria, lenguaje, orientación en el tiempo y el espacio, concentración.
- Fuera del sistema médico vemos :
- Adolescentes en ruptura con el sistema escolar.
- Personas mayores que no tienen un nivel de lenguaje escrito suficiente para integrarse a la sociedad (trabajo, formación) como lo desean.
- chicos o grandes que presentan tartamudez.
- Personas extranjeras que no tuvieron las bases en francés y que no logran mejorarse simplemente tomando cursos, porque necesitan en principio una relación privilegiada y terapéutica (en realidad, eso no entra en las categorías de la seguridad social, pero a mi me parece muy interesante y necesario de estar abierto a ese tipo de pedidos).
Nuestro Sistema de Salud permite a nuestros pacientes -hasta cuando no se sabe- de no pagar si consultan una ortofonista en un lugar de salud publica (hospital, centro médico-psicológico, por ejemplo). Si la reeducación se hace en un consultorio (sobre prescripción medica), están rembolsados de 70 % y las mutuas privadas pagan el resto. Además, los pacientes que tienen una "afección de largo tiempo" y la gente con cobertura mutua universal (que gana muy poco) no pagan nada.
Un ortofonista sería como la mezcla de logopeda y audiólogo.
Personalmente, trato de trabajar con gente muy diversa, pero me gusta en particular, la estimulación precoz de la comunicación, el desarrollo del lenguaje escrito para las personas mayores, la estimulación de la memoria, de la cognición y del lenguaje con personas mayores, el trabajo de la voz y la reeducación de la tartamudez.
Cuando más precoz es el trabajo, mas tenemos que hacer, participar activamente con los padres. Muchas veces, les propongo de venir a asistir a una sesión y les pido que me dejen asistir a una situación de comunicación –o de trabajo para los que tienen dificultades en la escuela- que se parezca a lo cotidiano del niño.
Al contrario, si son adolescentes, trato de que los padres puedan tomar distancia con lo que esta pasando en la reeducación, para que el paciente pueda ser más autónomo.
Los profesionales con quienes estamos más en relación son todos los médicos especializados. También trabajamos mucho con otros profesionales paramédicos, profesores e instituciones que conciernen a nuestros pacientes.
Para terminar con mi práctica, organizo grupos de ortofonistas, una vez por mes con una amiga psicóloga. Es muy nuevo (hace un año) pero tratamos de hablar de temas clínicos y de las relaciones con los pacientes que hay a veces se hacen difíciles para sostener positivamente. Esos intercambios son para mi muy importantes, porque me ayudan a tomar distancia con lo que hago (o no hago), exponer mi punto de vista, reflexionar sobre mis fallos, me dan ideas nuevas, puntos de vistas distintos, que siempre son buenos para tomar en cuenta.