Hablar del desarrollo, implica diferenciar entre las articulaciones que constituyen el sujeto y los instrumentos de los que se vale para realizar sus intercambios con el medio. Las primeras hacen referencia a los Aspectos Estructurales y las segundas a los Aspectos Instrumentales.
Para poder considerar las medidas preventivas, es necesario tener en cuenta los aspectos estructurales e instrumentales en el desarrollo del recién nacido.
Hablar del desarrollo, implica diferenciar entre las articulaciones que constituyen el sujeto y los instrumentos de los que se vale para realizar sus intercambios con el medio. Las primeras hacen referencia a los Aspectos Estructurales y las segundas a los Aspectos Instrumentales.
“Los Aspectos Estructurales están constituidos por el aparato biológico, especialmente el sistema nervioso central (S.N.C), el sujeto psíquico y el sujeto cognitivo, como sistema diferenciado dentro de lo psíquico”. (Rigo M. y otros, 1998)
El aparato biológico no solo posibilita la existencia, sino que a través del sistema nervioso central, condiciona, limita, pero también ensancha, en su funcionamiento, el campo de los intercambios. Sobre esta disposición determinada por la presencia de una estructura familiar, se constituye el sujeto psíquico.
El sistema nervioso central está constituido por diferentes niveles de organización que darán lugar a sistemas funcionales más complejos, que facilitarán la aparición de nuevas adquisiciones.
En relación a los sistemas funcionales complejos, se desarrollan los procesos de atención, sensación, percepción y memoria, que son la base o pilares que permitirán adquisiciones de características más complejas.
Entonces se denomina como estructurales, al sistema nervioso, psíquico- afectivo y psíquico- cognitivo, porque estos sistemas condicionan, marcan, definen y sitúan el lugar y la modalidad desde la cual el sujeto se manifiesta. De esta manera se observa que ante cualquier perturbación del desarrollo, se debe centrar la atención en estas estructuras básicas, es decir hacia las manifestaciones que pueden significar una alteración de ellas.
Con respecto a los Aspectos Instrumentales, se dice que “en la superficie del andamiaje básico del sujeto, se dictarán las herramientas de las que se vale para efectivizar los intercambios”. (Rigo M. y otros, 1998)
Estas herramientas facilitan la tarea porque su ausencia o su déficit, (si bien no le impiden estructurarse como persona), le ocasionan trastornos y/o atrasos a veces importante.
La psicomotricidad, el lenguaje, el aprendizaje, los hábitos, juegos y procesos prácticos de socialización son instrumentos para expresar, decir, experimentar, intercambiar, regular, averiguar, entender, es decir permitirán realizar todo aquello que el sujeto desde su estructura demanda.
A los 3 años, la indiferenciación de los sistemas requiere una especialidad que se ocupa unificadamente de todos los aspectos instrumentales. Así es que el papel de la estimulación temprana se define más claramente como el intervenir en la relación madre-hijo para ayudar al niño y a su familia a resolver la problemática del desarrollo en los procesos instrumentales, cuando se hacen presentes perturbaciones que impiden o trastornan la resolución espontánea de ésta problemática.