Resultados
De la aplicación del Test Biopsicosocial al inicio y al final del tratamiento, se obtuvieron los resultados que se muestran en la Tabla 1, ejemplificados en cada caso por el número de pacientes.
Tabla 1. Cambios observados en los pacientes posteriores al tratamiento.
Variables | Antes del tratamiento | Después del tratamiento |
Características personológicas: | | |
Pesimismo | 18 | 7 |
Agresividad | 15 | 3 |
Poca comunicación | 33 | 10 |
Desinterés | 20 | 4 |
Tristeza | 24 | 3 |
Escasa relación familiar (comunicación) | 50 | 32 |
Soledad | 53 | 3 |
Recreación | 10 | 42 |
Utilización de los procedimientos musicoterapéuticos en relación con los síntomas más frecuentes del grupo
Con independencia del trato personalizado con el que se orientó el tratamiento en su conjunto, en el cual hasta los ejercicios de caldeamiento usados al inicio de cada sesión tenían como base los gustos musicales de cada sujeto, sus recuerdos de la infancia y otros datos extraídos del test musical para aclimatarlos a las sesiones, los mismos tenían elementos comunes orientados de acuerdo a las patologías más frecuentes encontradas en los grupos, del modo como se ilustra abajo.
Pesimistas
Tomando en cuenta las características de bajo o nulo deseo de socialización, retraimiento e imposibilidad de visualizar con esperanza el futuro como rasgos comunes en este tipo de pacientes, el tratamiento musical estuvo sustentado en juegos mu-sicales de participación e interacción de grupo. Se utilizó la técnica de audición musical (evocación) en sus modalidades de expresión oral y escrita.
Los principales temas utilizados, dentro del ámbito internacional fueron, a saber: Nocturnos de Chopin, Serenata No. 13 en sol mayor de Mozart, Sexta Sinfonía (“Pastoral”) y sonata Claro de Luna de Beethoven. De los clásicos cubanos, Los tres golpes y La camagueyana, de Ignacio Cervantes, y Danza Lucumí, así como Estás en mi corazón, de Ernesto Lecuona. También se utilizó la técnica de improvisación musical con el objetivo de propiciar la creatividad y fomentar la libertad interior.
Agresivos
Las personas agresivas necesitan una canalización adecuada de sus impulsos y sentimientos reprimidos. Por lo tanto, el tratamiento en estos casos se basó en juegos interactivos donde pudieran liberar tensiones. También se aplicaron ejercicios de relajación utilizando el método de Shultz, con un fondo musical de canciones de Vangelis y de Enya. La técnica de audición musical fue empleada a través de la modalidad de expresión plástica. Para ello, se ponía de fondo la sonata Claro de Luna y la Sexta Sinfonía de Beethoven, así como las composiciones cubanas Fiebre de tí, de Juan Arrondo, Te quedarás, de Alberto Barreto, y Ahora soy tan feliz, de Benny Moré.
La improvisación musical, por último, propició la descarga de impulsos internos a través del uso de instrumentos de percusión, como tumbadoras y bongoes.
Desinteresados, tristes y poco comunicativos
Para aquellos agrupados en estas categorías, se comenzaban las sesiones con juegos interactivos que necesitaran de la comunicación verbal entre los miembros del grupo (por ejemplo, la presentación musical a través de los nombres cantados de uno hacia el otro).
La técnica de los viajes musicales resultó de mucha ayuda en la expresión verbal, así como la danzaterapia en la expresión corporal. Para esta última se empleó la música de danzones y sones cubanos. El canto sirvió a los sujetos como medio de autoexpresión, y el diálogo musical contribuyó al intercambio y motivación de los integrantes del grupo terapéutico.