La corrección al hablar es quizá una de las creencias y normas que rigen nuestro comportamiento social con más profundo arraigo. Cualquier hablante se siente capacitado, en función de su conocimiento de la lengua, para juzgar los usos
Los juicios de corrección no atañen únicamente a la gramática o a la pronunciación, el saber colectivo asevera, contundentemente, que lo que importa "no es lo que se dice sino cómo se dice", esto es, que no todo es bueno para ser dicho en cualquier momento y que no todo auditorio está en condiciones de recibir la información de la misma manera. Así, antes que los lingüistas del discurso, los hablantes supieron de la pragmática y de la retórica.
Una característica del uso oral de la lengua es el hecho de que, en su producción, el uso oral exige que la planificación y la realización del texto sean simultáneas. De esta manera, un rasgo definitorio de este uso es precisamente el hecho de que el texto oral muestra las huellas de la planificación textual. El hablante hesita, retrocede, corrige, repite, en el curso de su expresión, no puede ser de otra manera. Además de características, e incluso definitorias, estas evidencias de la planificación simultánea pueden considerarse también evidencia del conocimiento que el hablante tiene de su lengua pues podemos suponer que el hablante corregirá lo que considera que no es adecuado, lo que no se ajusta a las reglas de su gramática. En sí mismas, las correcciones se dirigen a varios niveles del texto o del discurso, se corrige la pronunciación, la sintaxis, y también se corrige la referencia, el flujo de información, la adecuación de la escogencia léxica al tipo de texto o al tipo de situación en la cual se actúa, esto es, las correcciones atañen a todos los aspectos del uso de la lengua.
Los antecedentes de un trabajo sobre la corrección de la emisión oral, esto es, la corrección que se presenta en el cuerpo del texto mismo a medida que este se construye, es bastante amplia y algunos de estos antecedentes constituyen ya un "clásico" en nuestra ciencia, por lo que se mencionarán solamente. Es el caso, por ejemplo, del artículo publicado en 1974 por Harvey Sacks, Emanuel Schegloff y Gail Jefferson, en el cual se propone "el modelo más simple para la organización de la toma de turnos en la conversación"; al cual suceden los trabajos de estos mismos autores, juntos o por separado, donde el "mecanismo de la toma de turnos" es comentado y ampliado y en los cuales aparecen, más detalladamente presentados, algunos conceptos útiles para el análisis de la producción oral (cf. Schegloff, Jefferson y Sacks 1977, Schegloff 1979). Uno de estos conceptos es el de REPARACION, esto es, las evidencias, en la conversación misma, que producen por una parte la violación y por la otra la recuperación de los mecanismos que organizan la inter-locución como actividad social. De entre las reparaciones posibles, estos autores dintinguen la CORRECCION (un sub-tipo de las reparaciones) como aquella que mira hacia el texto mismo, de esta manera, las hesitaciones, falsos arranques y reemplazos de términos de una estructura por otra se pueden considerar correcciones que el hablante hace a su puesta en palabras. Igualmente, tanto en las reparaciones como en las correcciones, se considerará la diferencia entre aquellas auto-iniciadas por el hablante de aquellas que el interlocutor hace, esto es, se diferenciará la autocorrección de la heterocorrección.
Cuando un niño adquiere su lengua, se enfrenta a la tarea enorme de adquirir no solamente las formas que esa lengua ha incluido como formas del decir, sino también, y sobre todo, lo que se dice y lo que no se dice, las normas de la conversación, los modos del decir colectivo que no acepta trasgresiones, que se muestra mucho más inflexible que las reglas de la conjugación o las formas de la concordancia (cf., entre otros, Halliday 1982). Señalado por Chomsky como el mejor analista de su lengua, el niño desarrolla una clara noción del carácter sistémico de su lengua y la usa en apoyo al proceso de adquisición en el que está inmerso. Sabe también el niño de su condición de aprendiz y muestra una muy temprana conciencia de la "corrección" lingüística.
En el ámbito de los estudios sobre Adquisición de la Lengua Materna, se ha dicho y confirmado que el adulto es el modelo y el instructor no especializado que participa como contraparte en este proceso. Según esto, el adulto actuaría también como un "corrector"de las emisiones infantiles y de su actuación lingüística, de hecho, esa es la impresión que tenemos de nosotros mismos como "instructores" de la adquisición, ahora bien ¿qué tipo de correcciones se hacen al niño?, ¿hacia qué nivel se orienta la corrección?, y ¿qué es exactamente lo que trasmiten las correcciones?. Para mi conocimiento, es Daniel Slobin uno de los primeros psicolingüistas que se interesa "sobre la naturaleza del habla a los niños" y son también muy conocidas sus observaciones sobre el modo como se estructuran y varían las emisiones del adulto según se dirijan a un niño o a un adulto y, en el primer caso, según la edad del niño y el "estado de lengua" en el que este se encuentra, esto es, la etapa de adquisición de la lengua materna que se le puede reconocer. Este hecho no es extraño, todos nos adaptamos a nuestro interlocutor, niño o adulto, con el cual suponemos compartir información. Pero los trabajos y los comentarios de Slobin dejan abierta la puerta a la investigación pues, por una parte, se afirma la adaptación del habla del adulto a su interlocutor infantil, esto es, el hecho de que el adulto organiza su mensaje tomando en cuenta el "estado de lengua" en el cual se encuentra el niño y, por la otra, se establece que ese mismo adulto no está tan dispuesto a corregir las emisiones del niño a menos que se comprometa la intercomprensión. Quedan entonces abiertas las preguntas sobre el tipo de correcciones que, eventualmente, el adulto hace al niño.
En este trabajo consideraré las hetero-correcciones en el diálogo niño-adulto, esto es, las correcciones que el adulto hace al niño y, en particular, aquellas que se producen por repetición con corrección de la emisión infantil, para iniciar la reflexión sobre el rol del adulto como contraparte y "corrector" en el proceso de Adquisición de la Lengua materna.
Para ello, reviso los datos proporcionados por un corpus de habla infantil constituida por seis horas de grabación a seis niños caraqueños en diálogo con un adulto. Se trata de seis niños cuyos padres, de acuerdo con su profesión, nivel de estudio y de ingresos, pueden considerarse pertenecientes a la clase media caraqueña. Fueron grabados tres niños y tres niñas, de 3[años].2[meses], 3.8, 4.0, 4.6, 5.2 y 5.7 años. El corpus fue recogido en la casa de los niños, en varias sesiones hasta completar una hora. Se realizó una transcripción ortográfica respetando pausas, repeticiones, hesitaciones y correcciones, esto es, se copió lo más fielmente posible cada intervención. Para esta investigación, se seleccionaron todos los casos de corrección del adulto ante la intervención del niño aunque, como se indicó antes, se comentará solo un tipo de ellas.