Las investigaciones a nivel mundial han demostrado que los dispositivos multimediales brindan mucha información que está totalmente contraindicada en los menores de dos años. Esto se debe a que el cerebro es muy vulnerable y estos estímulos generan una actividad excesiva, aumentan los niveles de ansiedad ya que aumentan los niveles de dopaminas y serotoninas produciendo una hiperestimulaciòn en el “nucleus accumbens “(centro de placer y recompensa). Esta alteración en estos neurotransmisores se manifiestan en la escasa capacidad de autocontrol, de espera y pobre tolerancia a la frustración.
Los niños de hoy se encuentran inmersos en un sistema de estímulos visuales muy fuertes e intensos que van desde el uso de pantallas en celulares, tablets, notebooks que tienen al alcance de sus manos porque tienen acceso directo a las mismas o porque el adulto se las provee como recurso de entretenimiento y aquietamiento.
Por otro lado, los paseos dentro de shoppings, supermercados o lugares hipersaturados de estímulos visuales, auditivos y multisensoriales logran que el niño pequeño pierda el sentido de la realidad, del espacio y del tiempo.
También dentro del hogar, el uso de plasmas que vuelven a las personas, dibujos y escenas de tamaño casi real, al igual que en el cine, hace que la conciencia del espacio y del tiempo estén tergiversados, transformando lo que es fantasía en una realidad casi tangible , lo cual sumerge al niño en muchas nociones que lo alejan de la realidad, modifican el concepto de permanencia y ausencia del objeto ya que pueden repetir sucesos infinita cantidad de veces, cosa que en la realidad no sucede. Como así también el concepto de la finitud entre la vida y la muerte. Los juegos en el celular, hacen que lo que desaparece aparezca o lo que muere, resucite, solo con apretar un botón o tocar una pantalla.
Todo esto lleva al niño pequeño, que está en pleno desarrollo de sus inteligencias múltiples, se encuentre saturado de estímulos sin procesar.
Es por ello, que el uso indiscriminado de recursos tecnológicos (tecnofilia) se vuelve tóxico porque impide o disminuye el desarrollo de la inteligencia creativa ya que limita los espacios de movimiento e impide el ocio y el aburrimiento.
El comienzo precoz de actividades sociales ( jardines maternales)durante la etapa donde el niño transita una etapa egocéntrica saludable e imprescindible para fortalecer sus emociones, explorar sus propios territorios, y moverse dentro del mundo real que lo rodea, a veces no es tan saludable ya que no todos los niños están maduros para compartir. Esta experiencia puede inhibir el uso de herramientas y el aprendizaje de habilidades básicas tales como el juego y el lenguaje. En esta etapa el referente tiene que ser el adulto, al cual debe copiar para poder imitar sus acciones y conductas para luego, mas adelante ensayarlo con sus pares.
Las exigencias en estos procesos antes de que estén maduros, tanto la motricidad gruesa como la fina, su interés en la comunicación con el adulto, copiar y construir su propio lenguaje expresivo ya que comprende las situaciones y aprende a hablar imitando al adulto que lo mira y le habla y puede así desarrollar su propio discurso para contar sus necesidades.
Toda esta evolución envuelto en lo personal –social que lo construye como sujeto social a quien en ese momento le interesara descubrir a sus pares para compartir experiencias y juegos.
Cuando todo este modelo de desarrollo, tiene ritmos apresurados por una sociedad vertiginosa, el niño despliega comportamientos vinculados con el estrés crónico que se manifiesta clínicamente, a través de la irritabilidad, cambios en los hábitos de alimentación, de sueño y de juego.
Si dentro de esta población, agregamos a los niños nacidos prematuramente, los cuales tienen otros ritmos madurativos, ponemos a la población de 0 a 3 años dentro de una categoría de población de riesgo ambiental para sus procesos de aprendizajes.
Las investigaciones a nivel mundial han demostrado que los dispositivos multimediales brindan mucha información que está totalmente contraindicada en los menores de dos años. Esto se debe a que el cerebro es muy vulnerable y estos estímulos generan una actividad excesiva, aumentan los niveles de ansiedad ya que aumentan los niveles de dopaminas y serotoninas produciendo una hiperestimulaciòn en el “nucleus accumbens “(centro de placer y recompensa). Esta alteración en estos neurotransmisores se manifiestan en la escasa capacidad de autocontrol, de espera y pobre tolerancia a la frustración.
Rizzolatti y col, describieron en 1996, el sistema de neuronas espejo: grupo de neuronas que se activan en procesos cerebrales superiores a través de la observación y la imitación, lo que nos permite desarrollar una de las funciones mas evolucionadas por el hombre que es el lenguaje. Este sistema da las bases para desarrollar la teoría de la mente ya que permite la empatía, la percepción de las intenciones del adulto, logrando la cognición social.
El consumo de tecnología en forma compulsiva por parte de los adultos en la familia, generan adicción también en los niños pequeños. Los síntomas son la necesidad de tomar el celular, estar muchas horas en contacto con ellos, alteraciones en la calidad de sueño y de alimentación ya que no realizan estas actividades sin despegarse de las pantallas.
Mirar algo que no coincide con lo que se está tocando, oliendo o degustando generará una desintegración de funciones sensoriales como la visión , el tacto y el olfato del alimento que no permitirá la percepción del mismo ni el reconocimiento cognitivo ni la nominalidad del mismo.
Además genera conductas de irritabilidad ante cualquier situación inesperada o interrupción en el campo de visión, conductas ansiògenas o violentas, estados de ánimo alterados, problemas en la comunicación, miradas evitativas y en la palabra. Produce un sedentarismo no típico para la edad y aumento de ingesta de alimentos con falta de interés. Clínicamente hay más riesgo a la obesidad, dificultades en el control de esfínteres ya que se disocian las necesidades fisiológicas por mantener la atención en la pantalla que los atrapa.
Los bebes y los niños pequeños constituyen un grupo poblacional altamente vulnerable ya que ellos confían en los adultos que los crían y protegen.
Cuando en un aparato celular, su memoria se llena, podemos cambiarle el chip y aumentar la capacidad de memoria tanto como necesitemos. La mente de un niño se llena de información y su sistema cerebral colapsa ya que se intoxica y no puede cargar más datos.
Por eso cuanto más temprano, el niño tiene acceso a estos elementos, más temprano aparecen síntomas de alarma tales como la falta de lenguaje, pobreza en el juego explorador y en el creativo y conductas disruptivas.
Estrategias para evitar esta adicción:
Pensemos que a los dos años el niño está en condiciones psicofísicas para auto valerse y ser independiente dentro de su nido familiar. Las rutinas son importantes porque la organización le brinda certezas, disminuyen las ansiedades y le otorgan sensación de seguridad y protección aumentando su autoestima.
Una vez logrado este proceso, el niño cuenta con las herramientas básicas para empezar su proceso de sociabilización con sus pares.
LOS NIÑOS PIDEN: DEJAME APRENDER A SER GRANDE, SEGURO Y FELIZ PERO POR FAVOR, ENSEÑAME!!!!!!
Referencias
Rev. Neurol 2015; 60 (5): 207-214
https://neuropediatra.org/acerca-de/neuronas-en-crecimiento
https://blog.cognifit.com/es/neuronas-espejo/
www.neurologia.com
Rev. Neurol 2015; 60 (Supl 1): S19-S24 S19
https://blog.cognifit.com/es/neuronas-espejo/
[REV NEUROL 2014; 58 (Supl. 1):S137-S148] PMID: 25252660