Al encontrarnos aquí ante un rasgo y no un síntoma, las acciones deben ir dirigidas eminentemente a la educación para la gestión de esa idiosincrasia. La escolarización de este alumnado se puede realizar en centros ordinarios. Podrá ser puntual por breves periodos, no exigiendo una actuación constante. Tal vez un primer estadio de adaptación a cómo vivir con el rasgo sea más fructífero y evite actuaciones futuras, dotando al alumno de las herramientas necesarias para su autorregulación.
Actuaciones específicas para alumnos con alta sensibilidad
En este apartado abordaremos estrategias de intervención, o mejor, en términos de la ley, Actuaciones Específicas, a modo de alternativas pedagógicas. Sabedores de que hablamos de tendencias y no de generalidades, se pretende con ello conducir a la reflexión, y no plantear soluciones totales ni órdenes taxativas. Su efectividad dependerá de las características de cada caso y del compromiso del docente o tutor implicado.
Pueden ser mudadas o adaptadas según la necesidad y la edad. Hay algunas actuaciones generales, otras específicas básicas y otras específicas extraordinarias.
Hay varios documentos jurídicos que nos amparan:
a) La ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación, modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.
b) La Orden de 30 de julio de 2014, de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, que regula las medidas de intervención educativa para favorecer el éxito y la excelencia de todos los alumnos de la Comunidad Autónoma de Aragón desde un enfoque inclusivo.
c) El Decreto 135/2014, de 29 de julio, sobre las condiciones para el éxito escolar y la excelencia de todos los alumnos de la Comunidad Autónoma de Aragón desde un enfoque inclusivo. (derogado)
d) Decreto del 28 de noviembre de 2017, Decreto 188/2017, de 28 de noviembre, del Gobierno de Aragón, que regula la respuesta educativa inclusiva y la convivencia en las comunidades educativas de la Comunidad Autónoma de Aragón. Será este último, vigente, el que apliquemos en el presente escrito. Empleamos un enfoque inclusivo preventivo para desarrollar a continuación estrategias pedagógicas adaptadas a las diferencias.
Puesto que las medidas generales deben ser implementadas y planificadas por el centro, al docente cabe asumir la responsabilidad por los casos específicos que surgen en su aula y de los cuales no haya legislación o normativa al respecto. Esta acción individual se llevará a cabo en los moldes de actuaciones específicas, si bien no se debe perder de vista que la propuesta de adopción de estas medidas de intervención educativa viene determinada a partir de las conclusiones de la evaluación psicopedagógica realizada por los servicios de orientación, definida en el artículo 19 de dicho Decreto (Sección 3, art. 16). Las que aquí vamos a formalizar, son específicas básicas, puesto que responden a las necesidades de un alumno en concreto y no suponen cambios significativos en los aspectos curriculares y organizativos. Son un conjunto de estrategias pedagógicas a modo de consejos, que no interfieren en el clima y ritmo del aprendizaje del grupo, pero que pueden auxiliar a los alumnos con Alta Sensibilidad.
Configuran por tanto un apoyo educativo pues reúnen un conjunto de diversas actuaciones, recursos y estrategias que pretenden promover el desarrollo, el aprendizaje, los intereses y el bienestar personal del alumnado así como la eliminación y superación de las barreras que pueden dificultar el aprendizaje y la participación.
Evidentemente, estas estrategias se verán potencializadas si existe una red natural de apoyo constituida por la comunidad educativa, profesorado, personal no docente, alumnado, familias y entorno social. Las actuaciones de apoyo especializado que proponemos se realizan en su mayoría en el aula ordinaria.
No todo alumno PAS va a necesitar de estas estrategias, ni tampoco de manera constante. En general, creemos que el alumno tipo será un PAS que necesite adaptación por este rasgo. Podrá haber casos que requieran una intervención más intensa si el individuo cuenta con otras características que así lo exijan. Es el informe psicopedagógico el que nos concreta el grado de necesidad específica de apoyo educativo. En función de las medidas que el alumno precise, creemos que raramente sobrepasará el grado 1, es decir, aquel que requiere exclusivamente de medidas específicas básicas y en que se prevé que la necesidad es prolongada en el tiempo. Al encontrarnos aquí ante un rasgo y no un síntoma, las acciones deben ir dirigidas eminentemente a la educación para la gestión de esa idiosincrasia. La escolarización de este alumnado se puede realizar en centros ordinarios. Podrá ser puntual por breves periodos, no exigiendo una actuación constante. Tal vez un primer estadio de adaptación a cómo vivir con el rasgo sea más fructífero y evite actuaciones futuras, dotando al alumno de las herramientas necesarias para su autorregulación.
En el nuevo Decreto pasa a tener más protagonismo la figura del orientador y su red y vienen definidas con mayor exactitud sus funciones y responsabilidades. El título VI que habla sobre la coordinación y cooperación con las familias, en su artículo 32 se extiende sobre las formas de participación. En realidad debería ser un canal de diálogo abierto y bidireccional.
Hemos recabado experiencias personales de un grupo suficientemente representativo de adultos PAS y tras un somero análisis cuantitativo y cualitativo, recopilamos, sin afán de exhaustividad, algunas de las alternativas pedagógicas de fácil aplicación que han demostrado ser eficaces para este rasgo en contextos educativos.
Para su mejor comprensión hemos organizado las estrategias en torno a las cuatro características anteriormente mencionadas, pero nada impide que puedan emplearse y combinarse según la necesidad. Dado que nos encontramos ante individuos con un fuerte sentido moral y ético, son interesantes también medidas y dinámicas dirigidas al trabajo de los valores, que aunque suelen ir de manera transversal pueden ser aprovechadas en otras asignaturas.
1. Percepción sensorial intensa.
1.a. Menos es más: un exceso de estimulación, grandes multitudes, no son el ambiente ideal para el aprendizaje, pero sobre todo, pueden menoscabar o incluso bloquear la capacidad de los Altamente Sensibles. Ejercicios a solas, en parejas o en pequeños grupos son preferidos a aquellos en grandes grupos. Una adecuada gestión de los estímulos se basa en su dosificación en cantidad, calidad y tiempo.
1.b Herramientas de selección, filtro, y decisión. A causa del exceso de estímulos y vivencias, conviene aprender a podar lo innecesario y descartar lo fútil periódicamente así como aprender a usar herramientas de priorización y toma de decisiones. Estas pueden ayudar mucho en momentos de saturación o confusión, trabajando el aspecto lógico racional, y valdrán tanto para el campo personal como el profesional. Se pueden adaptar y enseñar desde pequeños. Ejemplos: Diagrama de Ishikawa, Pareto, Matriz SWOT, Matriz de priorización, Diagramas de flujo, mapas conceptuales, etc.
2. Saturación física o emocional
2.a. Silencio. Las escuelas e institutos no se caracterizan por ser entornos silenciosos. Al contrario, puede haber estímulos sensoriales excesivos: luces estridentes, música, ruidos de fondo que impiden escuchar. El motor de una herramienta en el recreo puede bastar para interferir en la escucha y concentración de un Altamente Sensible. Existen ejercicios para reeducar la atención auditiva o visual, como intentar escuchar o ver objetos o sonidos lejanos y otros cercanos. Para el alumno que nos ocupa, el silencio es verdaderamente curativo y le reequilibra. Unas respiraciones despacio en un local semi-oscuro serían de gran ayuda. Un alumno recuerda el estrés que le suponía bajar al escenario y lo nervioso que le ponía oír al auditorio y ver los nervios de sus colegas en la fila. El contacto con las cortinas entre bambalinas era su oportunidad de respirar hondo y buscar un mini aislamiento que le tranquilizaba, un pequeño escondite reparador antes del gran salto. Técnicas de meditación para saber silenciar la mente, como el mindfulness, también pueden ser de gran ayuda.
2.b. Músicas melodiosas y relajantes. Unido al apartado anterior, si no es posible un silencio total, los docentes podemos escoger músicas instrumentales y melodías donde predomine la armonía y no la estridencia. Los Altamente Sensibles reaccionan con intensidad a las manifestaciones artísticas, desde el llanto a la euforia. La captación de detalles y la capacidad sinestésica y empática son valores a elogiar y preservar. El arte puede transformar su ánimo. Puede desde luego haber momentos en que el PAS prefiera una música más enérgica. Observemos cuándo y por qué, qué sentimientos le ayuda a liberar, y facilitemos el proceso, sin bloquearlo, dignificando toda emoción.
2.c. Tiempo extra de reposo. Ofrecerlo si se observa que el PAS está agitado, muestra irritabilidad o bloqueo cognitivo, excesiva introversión, miedos, etc. Puede ofrecerse en clase, si hay algún rincón para ello, no como recreo sino como necesidad. Si no se desea que parezca un trato discriminatorio, se puede encomendar al PAS tareas como organizar la biblioteca, con la supervisión de un adulto. Se trata de que sea aislado temporalmente del ruido y el tumulto. Debemos entender que puede necesitar ocasionalmente más tiempo para procesar por la avalancha de contenidos, sin criticarle por ello. Recordemos que él/ella no elige lo que puede filtrar, sino que todo llega a sus sentidos sin discriminación. En esta línea, puede ser útil la ralentización o la división de los contenidos en unidades conceptuales menores, solo cuando se perciba que el alumno está saturado o bloqueado.
2.d. Reposo de calidad. Aunque no es de nuestra directa competencia como docentes, vale la pena recordar a los progenitores o responsables que no basta con dar las 8, 9 o 10 horas que el PAS pueda necesitar. Recordemos que la madeja que debe deshacer es mayor, así que no los tildemos de dormilones. Nada peor para un PAS que varias noches mal dormidas. Entonces su sistema nervioso queda vulnerable y son más fáciles los estallidos emocionales y los bloqueos. El descanso debe proporcionar restauración: muchos excesos se eliminan mediante sueños, así que no debe extrañarnos que tengan una vida onírica rica y vívida, como su imaginación. Procurar que no haya interrupciones, que haya una temperatura y luz apropiadas, además de buscar músicas que induzcan a fase REM (onda alfa, reposo profundo). Prácticas como el pranayama, pueden entrenar para saber entrar en estos estados de manera más rápida y efectiva. Son muy útiles para restaurar el equilibrio en momentos de saturación.
3. Procesamiento y pensamiento profundo con tendencia a la reflexión.
3.a. Inhibición vs. asertividad. Por su frecuente baja autoestima, o por su miedo a desagradar, el individuo PAS puede presentar extrema timidez. El miedo a herir y la alta sensibilidad ante las críticas pueden llevar a una inhibición. Por ejemplo, una sistemática respuesta “no sé” ante las preguntas puede indicar saturación, que ha tenido muchas experiencias negativas cuando realiza sus elecciones, o que no quiere elegir por no desagradar, pues en general manifiestan una tendencia a evitar el conflicto (no pocas veces a costa de sí mismos). Fomentar la capacidad de decisión reflexionada, valorar la diferencia, no restringir siempre. Enseñar a dar voz a lo que sienten y piensan, garantizar una participación equitativa. Muchas veces el PAS no alza la voz y respeta las normas, por lo que puede pasar desapercibido fácilmente en un grupo ruidoso o desestructurado. Ejercicios que fortalezcan la autoestima y el autoconocimiento son ideales.
3.b. Memoria selectiva. Los PAS pueden parecer despistados, en su mundo, distraídos. En realidad la intensidad y volumen de procesos pueden dejarlos hieráticos, o aparentemente quietos, mientras por dentro están en constante ebullición, activa y pasiva, pues recordemos que su sistema nervioso registra todo. Es por eso que en ciertas actividades o momentos puede mostrar un cierto retraso o lentitud, no por falta de capacidad, sino por el manejo de mucha más información. En este caso, basta proporcionar un tiempo extra.
3.c. Apreciación recta. Relativizar y desdramatizar sí; ignorar y quitar importancia a cosas que sí la tienen, no. Podemos decirle que no pasa nada si no le gusta lo mismo que a otros, que todos somos diferentes a los demás. Enseñar a respetar y que aunque a alguien no le gustes no quiere decir que seas malo. Recordar que cada uno puede regir sus propios límites en las relaciones, que es un derecho y que no está obligado. Fomentar la tolerancia consigo mismo y con los otros. Hay cuadernos de ejercicios de gestión emocional diseñados para este fin.
3.d. Valorar la diferencia. La sensibilidad es una capacidad de percepción“avanzada”, que puede ser utilizada para bien y para mal. Por su empatía pueden ser buenos consejeros, óptimos escuchadores y mediadores, pero también pueden utilizar su capacidad para manipular inconscientemente. Se debe fomentar la convicción de que sentir es bueno y forma parte del procesamiento de las emociones básicas (ver por ejemplo Eva Bach, De las
emociones a la sensibilidad). Se pueden plantear ejercicios y debates donde se practique la ética y se discutan las conductas que prevalecen en sociedad, buscando respuestas más elaboradas y eficientes.
3.e. Autoestima. Siempre se debe trabajar la idea de que soy diferente y eso es bueno. Por cada crítica buscar 8 elogios. Aprender a manejar las críticas y ofensas con resiliencia y conciencia contructiva. Otro factor para construir una autoestima sana es evitar comparar y compararse: elegir lo que le gusta (por ejemplo en actividades extraescolares y hobbies). Una buena base para la autoestima es la autenticidad de los afectos: que se sepa amado por lo que es, justa y precisamente así como es. Dignificar sus emociones cuando le llaman “llorón” en el colegio es un buen comienzo. Tenemos derecho, todos, a sentir rabia, frustración, tristeza. Para ayudarle, hay ya bastantes libros y cuentos de gestión emocional. El teatro es una excelente medicina catártica, sea como actor que como público. Así que podemos elegir actividades creativas en el aula, donde pueda expresarse bajo la máscara que ofrecen los personajes y de este modo aprender nuevas herramientas de gestión emocional.
4. Emocionalidad y empatía.
4.a. Socialización positiva. Un PAS puede adivinar lo que otros sienten por la mera observación, disponiendo así de más información sobre ellos que ellos sobre él o ella. Aprender a usar esta información para mejorar las propias relaciones sociales es una asignatura obligatoria. Pueden ser excelentes mediadores gracias a su observación detallada, su sentido ético y su empatía. El docente puede crear pequeños grupos elegidos intencionalmente para trabajar determinados aspectos a través de la interacción personal.
4.b. Confianza. Fortalecer los vínculos afectivos positivos, los que permiten la confianza y la aceptación, el no juicio, la comprensión, es fundamental. En cada escuela el PAS debería tener al menos un mentor de este tipo. A veces pueden ser profesionales de la educación. Los PAS son muy intuitivos y buscarán el cobijo bajo aquellos adultos que sienten que les comprenden, protegen y defienden. Si no hay ninguna figura de este tipo el PAS puede llegar a sentirse vulnerable, lo que no contribuye para su desarrollo cognitivo, emocional, ni social. La figura del orientador y equipo psicológico y psicopedagógico pueden cumplir un papel esencial. La colaboración de las familias, los docentes e incluso la Asociación Nacional de la Alta Sensibilidad (APASE) serían ideales. Aron (2017: 375-376 y 395) da una lista de veinte consejos para profesores muy útil donde se recogen algunos de los aquí listados.
4.c. Correcciones. Las correcciones han de ir acompañadas de explicación clara sobre cómo solucionar el asunto. Resulta más efectivo corregir a solas, con diálogo y contacto visual. Nunca use la disciplina correctiva dura con un PAS (Aron, 2017: 400): “en algunos casos, el mero hecho de saber que han cometido un error les llevará a echarse a llorar”. Reprender, castigar o avergonzar en público, pueden convertirse en traumas severos.
4.d. No a las etiquetas. Prefiramos definir estados: “este semestre ha estado menos atento de lo habitual”, o “este día no trajo la tarea”. Especificar y no generalizar, no incluir calificativos estigmatizadores o limitantes. Nunca se podrá decir de un alumno “es vago” o “es listo”, porque son seres en formación y por tanto susceptibles de cambio.
4.e. Dignificación de las emociones. Las emociones básicas son legítimas y tienen un momento, grado y manera para ser expresadas. Es imprescindible, como recoge el currículo, dar formación emocional, desarrollar este tipo de inteligencia, saber definir e identificar en sí y en los otros estas emociones, al tiempo que se proporcionan canales para su adecuada expresión en sociedad, sin daño a terceros.
4.f. Empatía asertiva. Pueden ser víctimas de bullying ya que por su elevada empatía les resulta muy difícil devolver la ofensa, no solo por miedo a herir sino también por miedo al castigo, pues son muy conscientes de las normas, las leyes y la ética, desde muy pequeños. No por ello deben dejarse insultar o avasallar impunemente. Recordemos que sienten lo que el otro sienten y eso inhibe la violencia, como si les doliera el dolor ajeno. Resulta fundamental enseñar a ser gentil sin menoscabar tu lugar, por ejemplo con técnicas como la Comunicación no Violenta. Ser bueno no equivale a dejarse pisotear, hay que enseñarles a defender su terreno, porque pueden acabar siendo siempre el último de la fila por no molestar para pedir permiso. Conviene enseñarles a expresarse, a verbalizar sus deseos. No basta con que conozcan sus derechos, sino también que aprendan a defenderlos en caso de abuso.
Una Mirada Transformadora
En conjunto, las metodologías actuales que integran emociones y aprendizaje cooperativo son una buena base para comenzar a crear dinámicas e iniciativas que acojan con mayor propiedad nuestras diferencias individuales. Otras más novedosas como la gestión emocional, el aprendizaje-servicio, la figura del alumno mediador, el aprendizaje invertido (flipped learning) pueden ser excelentes oportunidades para que todos reaprendamos a aprender. En cierto modo, los mejores profesores en sensibilidad y creatividad son los niños, los jóvenes. Ellos, como vínculo que nos une con el futuro que nunca veremos, son capaces de descodificar los nuevos códigos. Hay sabiduría en todos ellos: en cada diferencia hay un saber aún no identificado o no considerado por los cánones normativos.
En definitiva, enseñar es amar, dar atención. Basta permitirnos tener tiempo y flexibilidad, acoger lo diferente sin sentirlo como una amenaza. Si conseguimos observar a ese PAS sin juzgarlo, superando nuestra propia frustración y reconduciendo la energía hacia una solución, habremos avanzado.
El desafío de cada docente ante la diversidad no hace sino crecer. Es normal sentirse desbordado. Las nuevas tecnologías, las nuevas leyes y reformas, los nuevos perfiles que se nos presentan en aulas cada vez más llenas… pero también tenemos más medios que nunca. Por otro lado, la educación sigue teniendo una tendencia homogeneizadora, mientras los padres exigen un trato más individual y personalizado para sus hijos. El profesor se convierte en una bisagra estirada por todas las partes. También muchos docentes son PAS y se ven saturados, o pasan por periodos de burnout.
Hay esperanza: sobre el rasgo de la Alta Sensibilidad hay ya bastantes artículos y libros y se le está dando cada día mayor difusión. Eso hace crecer la demanda por parte de padres y profesionales de indicaciones precisas sobre cómo abordar este tema en el aula. Hay algunos trabajos que insisten en la educación emocional como el de Jaqueline Oliveira de la Universidad de Oviedo.
Esta nuestra humilde aportación solo pretende divulgar el rasgo, normalizarlo como algo que siempre ha estado ahí pero no tenía nombre, o tenía etiquetas que no lo retrataban sino que lo desmerecían. Si hemos conseguido que el lector descubra que algunos seres humanos de su alrededor son diferentes, sienten diferente, si hemos convencido de que eso no es una enfermedad o algo que se pase con la edad, entonces habremos logrado parte de nuestro objetivo.
Ahora deje que la noticia corra. Seguro que al leer esto le ha venido a la mente alguna persona que podría ser PAS, que quizá lo sabe o no. Transmita la información a ese padre desesperado, a ese niño solitario, a ese joven diferente, a esa profesora desorientada. Si cada uno hacemos nuestra parte el puzzle que formamos estará completo.
Referencias
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NOTICIAS Y RECURSOS EDUCATIVOS
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C) http://universodeemociones.com/educar-las-emociones/
D) https://www.facebook.com/Infanciaaltamentesensible/
E) http://www.drtedzeff.com/tips/coping/