Demás está decir, que el COLONIALISMO es el mayor ejemplo de cómo muchas de esas lenguas que hoy son hegemónicas aplicaron un sistema de imposición lingüística perverso como es el caso de los españoles a los pueblos originarios de América.
En contraposición a lo que manifiesta Haugen, puedo decir que tanto lengua como dialecto son términos que poseen una cosmovisión y naturaleza eurocéntrica, ya que –a modo de ejemplo- uno podría preguntarse: ¿qué es una tribu? En una época, el contenido de esta palabra era científico, pues definía las formaciones sociales que no tenían estructura estatal: las sociedades comunitarias y sin división de clases, tal fue el caso de las tribus germánicas. Sin embargo, hoy en día se llama tribu a todos los grupos étnicos de África, independientemente de su desarrollo social. ¿Por qué dos millones de noruegos constituyen un pueblo y la misma cantidad de bagandas (etnia africana) constituyen una tribu? ¿Por qué unos pocos cientos de miles de islandeses constituyen un pueblo y catorce millones de hausa-fulanis constituyen una tribu? Existe una única razón: el racismo. En tanto entre los conceptos de lengua y dialecto se da expresamente una suerte de segregacionismo lingüístico entre una variedad por encima del resto.
La otra diferencia entre lengua y dialecto tiene intrínseca relación con la cuestión de prestigio, es decir, prestigio que posee la lengua y del que el dialecto carece. El que una variedad reciba la denominación de lengua o dialecto depende del prestigio que los hablantes y fundamentalmente las políticas lingüísticas y educativas implementadas y promovidas por el ESTADO.
En el caso de mi país, Argentina, coexisten muchas variedades lingüísticas del argentino-castellano. Por ejemplo: en el Noroeste (con la fuerte influencia del sustrato quechua), en el Noreste y la Mesopotamia (con la influencia de la lengua guaraní y otras lenguas nativas), en la región de Cuyo (con la influencia del mapundungum), en Córdoba (la influencia del sustrato de los Comechingones) y la Patagonia (con el legado dejado por los onas). Asimismo, todos estos hablantes del interior poseen una variedad dialectal distinta a la lengua estándar impuesta a través de los medios de comunicación social, el estado, la escuela, etc. y estrechamente ligada a la variedad porteña, es decir, la que se habla la Capital Federal.
¿Qué diferencias hay entre una lengua mayoritaria y una lengua minoritaria?
Considero que la diferencia sustancial entre lengua mayoritaria y minoritaria estaría asociada a una cuestión estrictamente CUANTITATIVA, aunque también pueda refutarse lo enunciado anteriormente con los siguientes ejemplos:
El término Lengua Franca o Internacional es ambivalente y lo relaciono directamente con el concepto de lengua mayoritaria, ya que es, ni más ni menos el caso del inglés, es decir, lengua internacional y hegemónica por excelencia, que representa, a la vez, una antigua lengua colonial, junto con el francés, portugués, castellano y holandés; pero sin el crecimiento global y prestigio lingüístico de éstas últimas. La avanzada de inglés a nivel global tuvo lugar un 28 de junio del año 1919 cuando se suscribió el Tratado de Versalles que ponía punto final a la 1ª Guerra Mundial y cuyo documento fuera escrito en dos lenguas: francés e inglés. A partir de este acontecimiento histórico el inglés pasó a ocupar un sitial importante en el mundo político, económico, financiero, tecnológico, científico, cultural y social, y el francés relegaba ese sitial de lengua internacional sólo al siglo XVIII y XIX en el que su hegemonía había sido trascendente.
Un claro ejemplo de lo dicho fue una situación comunicativa que me tocó vivir a principios de este año con una hablante quebequense cuya lengua materna es el francés y con la que tuvimos que irremediablemente comunicarnos en inglés para entablar un diálogo, pues ni ella conocía el castellano, ni yo dominaba el francés.
Ahora bien, está de más decir que la lengua más hablada a nivel mundial es el chino mandarín con más de 955 millones de hablantes según datos de la National Enciclopedi en 2010, el segundo lugar lo ocupa el español con 407 millones de hablantes, el tercero el inglés con 359 millones, el cuarto el hindi con 311 millones y el quinto el portugués con 216 millones de hablantes.
Asimismo, es importante destacar que desde siempre nuestra humanidad presentó conflictos lingüísticos, por lo tanto, esa fuerte tensión entre lengua mayoritaria y lengua minoritaria se debe a una cuestión que tiene estricta relación con lo político y por ende, la dominación que ejercen los países más poderosos hacia los más débiles. Demás está decir, que el COLONIALISMO es el mayor ejemplo de cómo muchas de esas lenguas que hoy son hegemónicas aplicaron un sistema de imposición lingüística perverso como es el caso de los españoles a los pueblos originarios de América.
Hoy en día, y sin la existencia del COLONIALISMO; se manifiesta otro mecanismo de dominación y sujeción a otros países como ser el IMPERIALISMO. El imperialismo es un tipo de relación por medio de la cual una sociedad o colectividad puede dominar a otra. Para Robert Galtung sociólogo noruego en su libro La teoría del imperialismo postula seis tipos de imperialismo entrelazados entre sí: “económico, político, militar, comunicativo (en el sentido de la comunicación y el transporte), cultural y social” (1980: 128).
A estas seis formas de imperialismo el lingüista británico Robert Phillipson agrega dentro del imperialismo cultural: el imperialismo lingüístico -que a mi modesto entender- es la forma en que una determinada comunidad lingüística ejerce la dominación lingüística de otra u otras comunidades por la fuerza o no, provocando lo que Calvet denominó Glotofagia (muerte de lenguas) o Linguicidio, concepto propuesto por el lingüista tunecino Claude Hagege para referirse a las causas que provocan la desaparición de las lenguas.