La comunicación ha llegado a adquirir una importancia vital en la vida moderna. Sin ella es imposible la información sobre todas las adquisiciones y logros de la humanidad y por lo tanto sería imposible el progreso social.
La comunicación constituye una condición indispensable para la existencia del hombre, siendo el lenguaje oral una de las formas esenciales para su materialización.
Esta es la función que distingue esencialmente al hombre del animal, es el vehículo por excelencia de las relaciones humanas, ya que el hombre vive y se desenvuelve en una sociedad verbal. (1)
El lenguaje oral, dados sus íntimos nexos con el pensamiento constituye el medio imprescindible para el desarrollo normal de la inteligencia, es el medio imprescindible para el desarrollo de la misma civilización.
El habla y la voz son instrumentos del pensamiento y la voz sobre todo de los sentimientos por lo tanto tiene una conexión inmediata con la vida interior del individuo, representando el espejo de su equilibrio o desequilibrio internos.
Esto quiere decir que las deficiencias verbo vocales (que muchas veces son índice de trastorno psíquico) siempre serán fuente de desórdenes de la personalidad, cerrándose así un verdadero círculo vicioso.
Toda persona que no tiene una salida adecuada para expresarse, se siente reprimida y su reacción es contraproducente, agravando esto su dificultad de expresión, o lo que es lo mismo el sujeto con defectos del habla o de la voz no solo sufre por la dificultad de su efectividad comunicacional: empeora por la conciencia de su propio problema, se ve defraudado en sus ambiciones de contacto y convivencias sociales, y entra más en sus desviaciones psíquicas.(2)
La desorganización de la comunicación puede producirse por múltiples y variadas enfermedades que pueden afectar la comunicación oral idónea.
El desarrollo infantil es un proceso dinámico, sumamente complejo, que se sustenta en la evolución biológica, psicológica y social.
Los primeros años de vida constituyen una etapa de la existencia especialmente crítica ya que en ella se van a configurar las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas, afectivas y sociales que posibilitarán una equilibrada interacción con el mundo circundante.