Se conoce como deporte adaptado a la actividad deportiva que permite la participación de las personas con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, modificándose o adaptándose de acuerdo a los requerimientos de quien lo practique.
Esta modalidad empieza a tomar importancia después de la primera y segunda guerra mundial, cuando se incluye la práctica deportiva como parte de la rehabilitación de algunos de los lesionados o de quienes perdieron algún miembro, y en 1960 se organizan los primeros juegos paraolímpicos.
El número de personas que practican estas modalidades deportivas se ha ido incrementando paulatinamente, y prácticamente todas las disciplinas deportivas han sido adaptadas tanto a nivel recreativo como competitivo, aunque posiblemente las más conocidas son el atletismo, ciclismo, natación, tenis en silla de ruedas, tenis de mesa, fútbol, tiro con arco, tiro olímpico, baloncesto, voleibol, vela, halterofilia, boccia, goalball, judo y esgrima, mientras que dentro de los deportes de invierno se encuentran el esquí alpino y el slalom. Algunos de los deportes extremos también han sido adaptados y cuentan con un número cada vez mayor de participantes.
Beneficios que aporta el deporte adaptado
Dentro de los múltiples beneficios que aporta la práctica de ejercicio, educación física especial y deporte adaptado, ya sea a nivel terapéutico, recreativo o competitivo, se puede mencionar que favorece el proceso para evitar o restablecer alguna capacidad disminuida; normaliza la manera de vivir de una persona con alguna capacidad disminuida; fomenta y desarrolla la autonomía personal, su integración social, impulsa la superación personal, autoestima y desarrollo personal.
Adaptación en la arquitectura de las instalaciones y material deportivo
La práctica de estas modalidades deportivas requiere considerar adaptaciones arquitectónicas a las instalaciones para facilitar el acceso, uso y práctica del deporte. Para el acceso, las instalaciones deben contar con el número suficiente de espacios de aparcamiento reservados para minusválidos, rampas en las aceras con inclinación máxima adecuada para acceso en sillas de ruedas, señalización adecuada para ser apreciadas por personas con la capacidad visual reducida.
Para el uso de las instalaciones, deben facilitar el acceso en silla de ruedas, evitando escalones y puertas giratorias, contando con rampas y elevadores donde sea requerido, y contar con el espacio suficiente para permitir la movilidad con sillas de ruedas, muletas o prótesis dentro de las instalaciones.
Para la práctica del deporte, la elección y adaptación del equipo o material deportivo también es relevante, ya que debe adaptarse a las características y dimensiones, considerando las condiciones en que se utilizará y de quien las utilizará; posiblemente requieran adaptación en relación a su tamaño, características de agarre, peso y material, en comparación con el material utilizado en el deporte convencional.
Olimpiadas Especiales y Juegos Paralimpicos
Existen dos organizaciones reconocidas por el Comité Olímpico Internacional que se enfocan en el deporte para atletas con discapacidad y son administradas por organizaciones sin fines de lucro, las Olimpiadas Especiales y los Juegos Paralímpicos.
Olimpiadas Especiales
Olimpiadas Especiales recibe a todos los atletas a partir de los ocho años, que tengan una discapacidad intelectual o de desarrollo, sin excluir a quien pueda tener también alguna discapacidad física, para entrenar y competir tanto en deportes de verano como de invierno.
En la actualidad, Olimpiadas Especiales cuenta con treinta disciplinas deportivas, como atletismo, básquetbol, bochas, boliche, ciclismo, fútbol soccer, gimnasia rítmica y artística, hockey sobre duela, levantamiento de pesas, natación, patinaje de figura sobre ruedas y sobre hielo, patinaje de velocidad sobre ruedas y sobre hielo, tenis, voleibol y softbol.
Olimpiadas Especiales fue fundada por Eunice Kennedy Shriver, quien nació en Massachusetts en 1921, graduada en sociología por la Universidad de Stanford, y con una hermana con discapacidad intelectual. Considerando que el trato que se les brindaba a las para las personas con discapacidad intelectual en los años de las décadas de los cincuenta y sesenta no era adecuados, y las oportunidades que tenían para participar y practicar actividades deportivas eran muy reducidas, en 1962 invitó a jóvenes con discapacidad intelectual a un campamento de verano, con el objetivo de permitirles practicar y participar en diversos deportes y actividades físicas. La idea que sustentó aquel “Campamento Shriver” se fue desarrollando en los años siguientes, y en julio de 1968 se celebraron los primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Olimpiadas Especiales en la ciudad de Chicago.
Juegos Paralímpicos
En 1944, el Dr. Ludwig Guttmann abrió un centro especializado en lesiones vertebral en el Hospital Stoke Mandeville, en Gran Bretaña, donde involucró la práctica de ejercicio y actividad deportiva como parte de la rehabilitación.
El día de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, el 29 de julio de 1948, el Dr. Guttmann organizó la primera competencia para atletas en silla de ruedas y de tiro con arco, a lo que llamó los Juegos de Stoke Mandeville.
Estos juegos se fueron repitiendo periódicamente y el número de participantes de diferentes naciones que participaban fue aumentando, por lo que derivaron en los Juegos Paralímpicos, que en se celebraron por primera vez en 1960, en la ciudad de Roma y participaron 400 atletas de 23 países. A partir de ese evento, los Juegos Paralímpicos han tenido lugar cada cuatro años, y en 1976 se celebraron los primeros Juegos Paralímpicos de Invierno en Suecia.
A partir de los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, y los Juegos de Olímpicos de Invierno de Albertville, en 1992, los Juegos también han participado en las mismas ciudades y lugares como los Juegos Olímpicos debido a un acuerdo entre el Comité Paralímpico Internacional y el Comité Olímpico Internacional.
Paralimpicos recibe a atletas en seis categorías principales de discapacidad: amputado, parálisis cerebral, discapacidad intelectual, discapacidad visual, lesiones de la médula espinal y Les Autres (una categoría que incluye condiciones que no corresponden a las categorías mencionadas antes). Para participar en los Juegos Paralímpicos, los atletas tienen que cumplir determinados criterios y con ciertos estándares estipulados como requisitos para participar. Dentro de estos grupos, y dependiendo del deporte que se trate y su reglamentación, hay una o más categorías, que dependen del grado de funcionalidad del competidor.