A partir del descubrimiento de que con una “palabra” se hace referencia a otra cosa que esa palabra representa, el niño inicia un proceso de semiosis, que, con las múltiples y sucesivas correlaciones, resultará en la adquisición completa de dicha lengua
La adquisición de la lengua primera es un proceso con características particulares que hemos llamado función lengua materna y hace referencia, justamente, a la apropiación espontánea de la lengua que hace cada niño. Esta función está constituida por la manera determinada (experiencia necesariamente personal y necesariamente interactiva) gracias a la cual el niño accede al sistema desde lo asistemático, es decir desde el habla, desde la actividad lingüística formal e informal que desarrolla el grupo social que lo rodea.
Este proceso que el niño hace sistemáticamente constituye lo que comúnmente se conoce como el hallazgo de la relación existente entre los significantes y los significados de la lengua que el entorno utiliza. A partir del descubrimiento de que con una “palabra” se hace referencia a otra cosa que esa palabra representa, el niño inicia un proceso de semiosis, que, con las múltiples y sucesivas correlaciones, resultará en la adquisición completa de dicha lengua. Cuando el niño recrea las correlaciones de la lengua pone en acción un conjunto de principios operativos innatos capaces de procesar los datos lingüísticos que recibe del entorno social.
Esta reconstrucción individual y espontánea de la estructura semiótica de la lengua que hace el niño da cuenta de la matriz del aparato cognitivo, es decir, de la correlación que se establece automáticamente entre las entidades del universo de las señales verbales (significantes) con las entidades del universo de los mensajes. Se trata de un proceso en el que el niño opera de lo general a lo particular y que consiste en distinguir, gracias a la adquisición progresiva de la lengua, lo que se le aparece en un principio como un todo indiscriminado y gracias a ello formar las matrices lingüísticas de base del aparato cognitivo que dan origen al pensamiento.