De esta manera, el sentido de la audición, los procesadores auditivos y todos los mecanismos que nos permiten comprender complejidades de la vida están activados y funcionan durante toda nuestra existencia, a no ser que en algún momento por diversas situaciones lleguen a deteriorarse, provocando problemas en cualquiera de estas áreas, perjudicando la capacidad de entender ciertas cuestiones, según el área de la lesión y la forma en que se atiende.
Conforme el niño crece y se logra comunicar por medio del lenguaje adquirido, aprende nuevas formas gramaticales, es decir no sólo es adquirir y usar la lengua con limitantes, sino que estos procesadores auditivos (junto con otras funciones) van a permitir que nosotros aprendamos lo que deseemos a lo largo de nuestra vida. De esta manera, el sentido de la audición, los procesadores auditivos y todos los mecanismos que nos permiten comprender complejidades de la vida están activados y funcionan durante toda nuestra existencia, a no ser que en algún momento por diversas situaciones lleguen a deteriorarse, provocando problemas en cualquiera de estas áreas, perjudicando la capacidad de entender ciertas cuestiones, según el área de la lesión y la forma en que se atiende.
A grandes rasgos, la relación entre la percepción y la comprensión del lenguaje con la adquisición y producción del mismo a través del habla depende de ciertas funciones, entre ellas las auditivas, que se realizan en diversas estructuras del cerebro que en acciones conjuntas procesan, almacenan, activan y desarrollan el mecanismo de comunicación lingüística oral, haciendo capaces a los seres humanos de comprender y expresar el lenguaje.
Ya hemos expuesto la importancia del lenguaje y su desenvolvimiento a través de los primeros años de edad. Sin embargo, hablaremos de las alteraciones que aparecen y que obstaculizan, entorpecen o incluso niegan una correcta adquisición de la lengua materna, relegando a los niños con alguna patología a ser etiquetados y tratados con algún otro diagnóstico y evitando así que el niño sea tratado de manera oportuna y adecuada.
Así que cuando hay un problema de disminución de la audición, la adquisición del lenguaje se verá seriamente afectada, probablemente causando también alteraciones en la adquisición y el desarrollo de la lectura y la escritura.