En familias sin mayor disfunción familiar ni patología en los padres, se pueden ver tendencias hacia uno de estos tipos de patrones de relación frente a emociones intensas de los niños, pero sin llegar a constituir patrones rígidos de modificar que pueden afectar significativamente la interacción diaria y el desarrollo del niño/a.
En familias sin mayor disfunción familiar ni patología en los padres, se pueden ver tendencias hacia uno de estos tipos de patrones de relación frente a emociones intensas de los niños, pero sin llegar a constituir patrones rígidos de modificar que pueden afectar significativamente la interacción diaria y el desarrollo del niño/a. El terapeuta deberá trabajar en ayudar a los padres a tomar conciencia de sus estilos y tendencias relacionales, de manera de que estas no se conviertan en patrones rígidos que luego sean difíciles de revertir. En familias que presentan una disfunción familiar significativa y/o que los padres presentan problemas importantes de salud mental, estos aspectos requieren de abordaje terapéutico correspondiente ya que de lo contrario tendrán un impacto negativo en la rehabilitación de cualquier niño con necesidades especiales.
Por otra parte, los niños con necesidades especiales suelen adoptar estilos de interacción sobre la base del perfil individual descrito previamente. Es así como Greenspan ha descrito los siguientes estilos de interacción por parte del niño/a (6):
Cauteloso y temeroso
Oposicionista y desafiante
Aislado y difícil de contactar
Ensimismado
Impulsivo, motóricamente desorganizado
Las siguientes tablas muestran una breve descripción de estos estilos de interacción en niños con necesidades especiales, algunas características del perfil individual habitualmente asociado a ellos, así como patrones de los cuidadores que pueden favorecer o entorpecer el desarrollo de estos niños.
3) Competencias funcionales del Desarrollo socio-emocional
Este componente busca describir y entender en detalle el nivel de desarrollo socio-emocional en cual el niño/a con necesidades especiales funciona al momento de interactuar con otros individuos (ej. Padres, otros cuidadores, niños). Greenspan ha descrito las siguientes etapas, en las cuales el niño/a va adquiriendo progresivamente competencias funcionales del desarrollo que le permitirán cada vez interactuar en forma más compleja:
· Regulación y atención: Capacidad del niño/a de permanecer atento, calmado y alerta a la interacción, frente a múltiples estímulos del medio ambiente. Esta etapa es fundamental durante los primeros meses de vida y estará afectada por las diferencias individuales y de relación descritas previamente.
· Vinculación: Capacidad del niño/a de establecer una relación afectiva. Una vez que el niño/a ha logrado establecer una atención conjunta con sus padres o cuidadores con cierto grado de regulación frente a los múltiples estímulos del medio ambiente, comienza a establecer una fuerte relación afectiva con ellos, calidad que va a estar afectada por las diferencias individuales del niño y los patrones relacionales del adulto.
· Comunicación Intencional de Ida y Vuelta: Capacidad del niño/a para comunicarse con propósito. Una vez que el niño ha establecido una relación afectiva con sus padres o cuidadores, comienza a comunicarse intencionalmente con ellos en forma simple, expresando sus primeras emociones o deseos básicos. Durante esta etapa el niño abre y cierra sus primeros “círculos de comunicación” intencionales. Cada círculo de comunicación contiene 3 elementos:
Inicio o apertura del circulo de comunicación: Consiste en el interés, mirada, gesto o cualquier tipo de señal comunicativa que el niño inicia en la interacción con sus padres u otras personas a su alrededor. En niños/as que funcionan dentro del espectro autista este es uno de los elementos frecuentemente comprometidos, donde el niño/a tiende a no iniciar interacciones sino que colocar su interés en objetos sensorialmente placenteros.
Extensión y expansión de la intención comunicativa: Consiste en la respuesta atingente que el padre, la madre u otra persona da con relación a la señal comunicativa que el niño/a inicia al abrir el círculo de comunicación. En el caso de niños/as que funcionan en el espectro autista, los adultos promueven la interacción extendiendo y expandiendo el interés del niño/a en el objeto sensorial placentero a través de una respuesta atingente, vinculada a dicho interés.
Cierre del circulo de comunicación: Consiste en la respuesta del niño/a frente a la extensión y expansión elaborada por el adulto en torno al interés y/o señal comunicativa inicial del niño/a. En el caso de niños/as que funcionan en el espectro autista, el cierre de circulo puede consistir en simplemente reaccionar a la intervención del adulto en torno a su objeto de interés con un gesto, una mirada o una evasión intencionada.