El autocuidado es un acto de vida, es un área que interesa al desarrollo humano como generación de sentido sin perder la colocación clínica de protección y prevención ante enfermedades oportunistas que alteren la dinámica de función.
La terapia miofuncional como una especificidad del área fonoaudiológica de habla, es la encargada de la evaluación, diagnóstico e intervención de procesos morfofuncionales en función de la emergencia armónica del equilibrio de fuerzas orales, dadas por patrones musculares y óseos. Aspectos que deben guardar simetría y equilibrio, en términos de dirección y de reciprocidad funcional en la formación de circuitos vectoriales de fuerza muscular como lo propone Garliner.
La ejecución de prácticas en esta área se guían bajo miradas y contextos de rehabilitación sustentada en visiones diagnósticas (sean de características funcionales o evolutivas); pero la mecánica de mundo, de mirada, de visión de conjunto entre especialitas abren posiciones fuertes de prevención; y esta prevención como acción - pragma y no como una retórica comunicativa de información.
El autocuidado es una herramienta tangible de prevención que activa pragmática en la dinámica informativa, pues requiere de un conocimiento corporal propio, de una aceptación e identificación de cada una de las funciones, movimientos y sensaciones que efectúa nuestro cuerpo; parte de la conciencia misma hasta la mecanización e interiorización de rutinas corporales.
Este autocuidado considerado como una habilidad adaptativa básica de los seres humanos representa una carga filosófica y humana dentro de la rama clínica fonoaudiológica, pues las técnicas manipulativas encuentran sentido, esencia, encuentran un lectos que se vuelve pensamiento, por tanto la ejecución de funciones estomatognáticas de manera conciente y en linealidad con la normalidad.
En lo que concierne a terapia miofuncional el reconocimiento de los movimientos orales y de las funciones nasales marcan pautas en la estabilidad de la simetría facial y de efectividad y suficiencia funcional; desplegándose roles de acción en el autocuidado oral y nasal, entendido como todas aquellas pautas de reconocimiento y conciencia de sensaciones y movimientos que faciliten protección y minimicen riesgo.