El presente artículo hace referencia a las concepciones que la familia realiza en dicho proceso, así como el papel orientador a cumplir por parte de los docentes de la Educación Especial, el cual sustenta la elaboración de variadas vías, demostrando el factor decisivo en el desarrollo de este individuo.
Con relación a este proceso, la familia juega un papel muy importante, de ahí la necesidad de que el psicólogo brinde su aporte a la familia, esto se puede realizar a través de la orientación familiar.
La educación a la familia suministra conocimientos, ayuda a argumentar opiniones, desarrolla actitudes y convicciones, estimula intereses y consolida motivaciones: contribuyendo a integrar la concepción del mundo en los padres. Una eficiente educación a la familia debe preparar a los padres para su autodesarrollo socio - psicológico, de forma tal que se auto eduquen y se autorregulen en el desempeño de su función formativa con sus hijos.
Al emplear el término de niños con necesidades educativas especiales se considera, sin dudas, cualquier tipo de desventaja propia del niño: física, sensorial, biológica (hereditaria o no, congénita o adquirida), pero también incluye las desventajas sociales, las influencias educativas recibidas que pueden haber sido buenas y desarrolladoras y haber atenuado o diminuido las consecuencias de las desventajas biológicas o por el contrario, haber sido malas o desfavorables y haber agravado la situación del menor.
Estas desventajas sociales por sí solas pueden ser tan dañinas que hasta determinen la aparición de un complejo cuadro de necesidades educativas, que afecte prácticamente todas las áreas de desarrollo socio - psicológico del niño (cognitivas, afectivo - volitiva, conductual, sensorial y otras).
Teniendo en cuenta que la visión desempeña un importantísimo papel en el reflejo del mundo que rodea al hombre. El ojo humano posee la admirable capacidad de orientarse en el mundo circundante y de distinguir cada objeto y las relaciones espaciales entre ellos según su iluminación.
El niño con defecto no es indispensablemente un niño deficiente. Del resultado de la compensación, es decir, de la formación final de su desarrollo socio - psicológico en general, depende el grado de su deficiencia y normalidad.
Al estudiar las características psicopedagógicas de los niños con discapacidad visual es importante comprender que cada niño es una individualidad, a pesar de estar incluido en un grupo determinado con el objetivo de brindarle ayudas necesarias en el área que tiene como afectada. Sería incorrecto e injusto analizar estas reflexiones y reproducirlas exactamente para cualquier niño con discapacidad visual, desconociendo peculiaridades propias y específicas como la profundidad de la dificultad, del medio donde se ha desarrollado, de la estimulación recibida y de una serie de factores que son propios de él y no de otro niño, pues lejos de ayudarlo lo estaríamos limitando.
Este trabajo desde el punto de vista filosófico se fundamenta en:
1. La concepción dialéctica sobre el desarrollo socio - psicológico, pues se considera la educación como un proceso que conduce al desarrollo integral, concibiéndose este último como el conjunto de negaciones que se suceden unas a otras.
2. Las categorías causa – efecto pues para concebir coherentemente el desarrollo socio - psicológico de las personas con necesidades en el desarrollo es importante profundizar, a partir del diagnóstico integral, en las causas que la originan, así como sus manifestaciones, qué efectos o consecuencias traen consigo estas causas y qué dirección puede tomar el curso del desarrollo psíquico del niño.
Desde el punto de vista pedagógico se fundamenta en:
1. El carácter integral del proceso educativo al considerar el desarrollo socio - psicológico como una dimensión del mismo, que permite la aplicación de actividades, sustentadas en la necesidad de una orientación con calidad que responda a la diversidad.
2. El carácter transformador del proceso educativo, pues se tiene en cuenta la influencia transformadora que sobre el sujeto ejerce la acción del docente, la familia y el colectivo pedagógico en función de un adecuado desarrollo socio - psicológico, lo que permite valorar su crecimiento personal desde lo psicológico.
3. La unidad de los agentes de socialización, ya que se parte de considerar la necesidad de la participación de la familia, valorada en el modelo en dos direcciones: primero en la implementación de las acciones psicológicas, por las potencialidades de la familia para influir integralmente en el desarrollo socio - psicológico del niño.