La educación por el movimiento permite la construcción de la noción de autonomía, que permite el conocimiento del mundo y de los objetos, lo que lleva a la independencia. El movimiento es para los niños una aventura de descubrimiento de la vivencia corporal rpo y de la relación con las personas (Fonseca, 1988).
El proceso de socialización se producen a través de lazos afectivos, lo que lleva a la adquisición de valores, normas y conocimientos sociales. Estas expectativas generadas a en la infancia al estabilizarse forman la base de las relaciones socioafectivas. Una representación positiva de la relación de apego se refleja en una visión positiva de sí mismos, su identidad y autoestima. "Estas representaciones orientan la atención, la memoria, el comportamiento y los sentimientos" (LOPEZ, ORTIZ, 1999, p. 57). El proceso de socialización incluye el aprendizaje de los hábitos, los roles y comportamientos que la sociedad transmite y exige, o conocimiento social, que es cómo los niños entienden el mundo social (DEL VAL; PADILLA, 1999), mientras que espera de cada uno la construcción de una manera personal de ser.
La educación social Sistematizada tiene por objeto el desarrollo de los valores en los contextos y las actividades que fomenten el estudiante para pensar, para identificar y poner en una escala sus valores, a través del diálogo, de la resolución de los conflictos de valor, para conocer la evolución de las estructuras de pensamiento que apoyan los valores que cada uno defiende. Además de desarrollar habilidades y valores pro- sociales, la educación social trabaja, el de toma de perspectiva, la visión positiva del ser humano, la empatía y la cooperación (LA CABA, 1999).
Otra cuestión es la moral, para la cual no existe todavía un modelo teórico que abarca sus bases, como la emoción, la cognición y el comportamiento (Etxebarria, 1999). La sociedad depende del individuo para mantenerse y reproducirse, y el individuo depende de la sociedad para sobrevivir y satisfacer sus necesidades biológicas, emocionales y sociales (López et al., 1999).
CONCLUSIÓN:
"Los recuerdos de nuestros primeros experimentos están marcados en nuestra carne: la piel recuerda, incluso cuando nos olvidamos de todo" (GIRARD; CHALVIN, 2001, p. 48). Teniendo en cuenta que las experiencias vividas se registran, ya que se tiene la memoria del cuerpo, las personas deben ser conscientes y buscar una postura de vida en la que el diálogo tónico sea eficaz, positivo y constructivo, ya que de este se registrará en los niños el esquema corporal (percepción relativamente consciente del cuerpo) y la imagen corporal. Dependen también de esta relación tónica el desarrollo del cerebro y el mantenimiento de la homeostasis. En esta relación, la forma que el cuidador sostén, cuida, ampara, estimula y mira el niño, ayudará o no en su integración con el tiempo y con el espacio. Este contacto es esencial para el buen desarrollo, de modo que los niños crezcan más equilibrados, sin disfunciones y sin comportamientos antisociales.
El niño por sus propias características y su equipaje heredado, depende del entorno humano en el que la naturaleza la hace surgir. "Los seres humanos sólo pueden ser entendidos a través del vínculo que los une al medio ambiente interhumano" (LE BOULCH, 1988, p. 27). El potencial que el ser humano presenta al nacer no sólo dependerá del mantenimiento de los procesos orgánicos para desarrollar, sino también del intercambio con otros. Como la relación con los demás influye en el desarrollo funcional, también esto interfiere directamente en relación con los otros. El relacional y el funcional son complementarios, interdependientes e inseparables de manera dialéctica. Retraso psicomotor lado la pobreza gestual conduce a un problema de aceptación por los demás niños. La acción educativa debe fomentar los intercambios con actitudes afectivas. Intervención con competencia técnica puede mejorar el desarrollo funcional de los niños, a través de la proposición y la asociación de situaciones educativas.
Cada factor psicomotor amplía a los demás, en una interactuación, allende interferir con los aspectos socio-afectivos y de la personalidad ocasionando: una mayor valoración de la expresión y comunicación, mayor comprensión, lo que minimiza los conflictos; más autoconfianza, menos sentimientos de inferioridad y de culpa; valoración proporcional de errores; la autoprotección a la represión; la aproximación del otro; la apropiación de las formas para actuar y crear.
La educación por el movimiento permite la construcción de la noción de autonomía, que permite el conocimiento del mundo y de los objetos, lo que lleva a la independencia.
El movimiento es para los niños una aventura de descubrimiento de la vivencia corporal rpo y de la relación con las personas (Fonseca, 1988).
Referencias
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