El bebé con sus necesidades básicas satisfechas, como las funciones esenciales de la respiración, la digestión, el sueño, entre otros, no se siente amenazado lo que permite el desarrollo de una confianza básica (Erikson, 1976).
Desarrollo psicomotor y desarrollo socio afectivo.
INTRODUCCIÓN:
Como Piaget estudió el desarrollo de la inteligencia, Wallon se centro en el aspecto afectivo, Vygotski se dedicó a la lengua, Le Boulch se dirigió al desarrollo psicomotor y Erikson se interesó por el desarrollo social de la humanidad. En su estudio sobre "Las ocho edades del hombre", el autor acompaña el nacimiento del ser social a través del desarrollo de sentimientos sociales: en primer lugar, la confianza básica, después de la autonomía, la iniciativa, la industria, la identidad, la intimidad, la generatividad y finalmente la integridad (Erikson, 1976).
Este estudio se limita a los sentimientos hasta que se inicie la escuela, buscándose asociarle al proceso de desarrollo psicomotor. Puede referirse a la aptitud tónica que soporta la postura bípedo la estructuración de la confianza básica, el desarrollo de la parte superior del cerebro, estimulado por complejos mecanismos de los movimientos construidos por los niños, permite el nacimiento del símbolo, la representación, el sentido de la autonomía se fortalece con el gaño del equilibrio vertical y la liberación de las manos, el concepto de cuerpo, del espacio y del tiempo a la iniciativa, el desarrollo de la lateralidad, la praxis global y fina y el ritmo permite la industria en la edad escolar (Erikson, 1976; LEVY , 1982; WALLON, 1986; LE BOULCH, 1988; FONSECA, 1988 y 2002, VYGOTSKY, 1999).
DESARROLLO:
El bebé con sus necesidades básicas satisfechas, como las funciones esenciales de la respiración, la digestión, el sueño, entre otros, no se siente amenazado lo que permite el desarrollo de una confianza básica (Erikson, 1976). En las primeras semanas de vida, la ayuda a mantener el equilibrio fisiológico va a interferir en la organización y en el desarrollo neurológico. A los 2 meses, el bebé tiene una cierta moderación de estrés fisiológico, con la conexión entre las estructuras límbicas y regiones corticales, lo que resulta en una modulación que depende del entorno emocional (MOLINARI, SENS, 2003). Un entorno estable y coherente permite la activación del hemisferio izquierdo, responsable por lo afecto positivo, que modulan la inquietud y malestar generados por la activación del hemisferio derecho (ORTIZ, 1999). Con esto el bebé puede mantener un tono bajo en el eje del cuerpo y un aumento de tono de los miembros, cambiando el tono característico de los recién nacidos en sus habilidades motoras.