Además de todos estos factores, se puede señalar también como importantes los llamados factores cognitivos y sociales, según los cuales el sujeto agresivo presenta serios problemas para adaptarse al ambiente. Esto surge por una incapacidad en su adquisición, codificación y expresión de la información ambiental, lo que le lleva a serias dificultades para pensar y actuar en el mundo.
PROYECTO DE TRABAJO CON EL ALUMNO
El caso que nos ocupa es el de un sujeto en edad escolar que se haya cursando el primer ciclo de la educación primaria.
1. Análisis de la situación:
El sujeto presenta unos rasgos conductuales muy significativos que se vienen produciendo e intensificando y agravando desde hace meses atrás, tanto a nivel personal como a nivel social (en el ámbito escolar).
. A nivel personal: fácil irritabilidad, baja autoestima y auto confianza, buenas habilidades para dirigir, elevados niveles de aprendizaje, dificultades en la resolución de problemas cotidianos, miedo al fracaso, irrespetuoso hacia los demás, vengativo, desafiante, agresivo.
. A nivel social: falta de respeto a las normas de clase, conductas agresivas y violentas con compañeros/as y profesorado, manifestaciones de ira y rabia continuadas, no aceptación al sometimiento a las normas, problemas de rendimiento escolar, escasas habilidades sociales, dificultades a la hora de resolver un problema, comportamiento ofensivo, mentiras, peleas, falta de respeto al trabajo de los demás, resentimientos, actitudes vengativas, desafíos constantes a las personas que le rodean.
2. Recogida de información
Estas situaciones continuadas en el espacio y en el tiempo ocasionan que se dispare la alarma y se procede a dar un segundo paso: recoger toda la información necesaria a través de dos herramientas: la entrevista y la escala de conducta:
Entrevista con los padres
Se planifica un encuentro con los padres que acuden condicionados por la situación laboral de cada uno, por separado a la cita con la escuela.
Surgen puntos de vista, opiniones y actuaciones tanto convergentes como divergentes del padre y la madre. Los puntos en los que ambos convergen son:
Es fácil de provocar, baja autoconfianza, baja tolerancia la fracaso, continuas rabietas, sobrestimación de sus habilidades y capacidades, requerimiento excesivo de la atención, loros y quejas, agresivo y desafiante.
Aquellos aspectos en los que difieren ambos progenitores tienen que ver con la actitud de ellos hacia el sujeto y, por tanto, la respuesta del sujeto a dichos estímulos:
Conducta con el progenitor: baja irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, escasos arrebatos y rabietas.
Conducta con la progenitora: desafíos constantes, lloros, reproches, amenazas, baja tolerancia a la frustración, desprecio a las normas impuestas por esta, mentiras.
Tras este primer acercamiento se puede emitir un primer diagnóstico de la situación: cada uno de los progenitores establece una serie de normas en el hogar, de valores y prioridades que no tienen nada en común unos con otros. Esto lleva a que el patrón de conducta no sea el mismo y, por tanto, al sujeto se le están transmitiendo unas informaciones contradictorias, lo que le lleva a buscar el refuerzo de su conducta en el padre y a rehuir la actitud y conducta de la madre puesto que no es el medio que este necesita para la consecución de sus fines.
A modo de resumen, la conducta del sujeto en el hogar es la siguiente:
A nivel familiar: desafiante con los adultos, fácil de provocar, continuos arrebatos y rabietas, sobrestimación de sus capacidades y habilidades, insolencia y faltas de respeto, indiferencia a las necesidades de los demás, requerimiento excesivo de la atención, lloros y quejas, dificultad para controlarle, impulsividad en sus actos.
Escala de Conducta Social en el Hogar
Se procede en esta ocasión a procurar obtener todos los datos necesarios para poder diagnosticar e intervenir, y para ello se elabora una escala de conducta que presenta los mismos ítems tanto para la familia como para el/la tutor/tutora del niño.
Dicha escala se compone de dos bloques de ítems: el primero referido a las competencias sociales del sujeto y el segundo referido a los rasgos antisociales de este.
3. Diagnóstico de la situación:
Tras la recopilación de toda la información requerida, se arrojan unos resultados que llevan a realizar el siguiente diagnóstico:
- Competencia social:
Hogar: sus niveles de riesgo se hayan muy elevados en lo que se refiere a la obediencia y la aceptación de normas impuestas, así como unas escasas habilidades de competencia social.
Escuela: de igual manera, el sujeto muestra unos niveles de riesgo muy elevados en cuanto a su capacidad de acatar las normas y en lo que se refiere a sus cualidades para las relaciones interpersonales, mientras que su conducta académica se muestra dentro de lo que se puede considerar normal.
- Comportamiento antisocial:
Hogar: tanto los niveles de agresividad, como los de antisociabilidad, desafío y disruptividad se hayan dentro de un margen de normalidad, pero más próximos al nivel de riesgo.
Escuela: este sujeto muestra unos niveles de riesgo extremos en cuanto a su funcionamiento social, es decir, en cuanto a hostilidad, irritabilidad, agresividad, antisociabilidad, conducta desafiante y desprecio a los demás.
4. Tratamiento
El tratamiento se realiza dirigido tanto al sujeto como a la familia, puesto que el acuerdo entre los progenitores en cuanto a modelos de crianza y pautas de comportamiento con el niño, redundará positivamente en la modificación de conducta del sujeto.
Tratamiento dirigido a los padres:
Se les reúne a la vez para instruirles y adiestrarles acerca de la situación del niño así como de las actitudes y pautas a seguir para disminuir la conducta en cuestión. Se les informa sobre los estilos educativos más adecuados y técnicas disciplinarias acordes con sus características y capacidades y de las del niño.
Tratamiento con el sujeto:
Se somete al niño a un proyecto de trabajo, tanto en casa como en la escuela, sobre entrenamiento en la adquisición de habilidades de resolución de problemas y se le dota de las herramientas necesarias para hacer frente a las situaciones conflictivas que le provocan situaciones elevadas de estrés y ansiedad.
Referencias
. Real Decreto 299/1996 de 28 de octubre de ordenación de las acciones dirigidas a la compensación de desigualdades en educación.
. Goleman, D. 1998: La Inteligencia emocional en la empresa.
. Goleman, D. 1995: Inteligencia emocional. Kairos. Barcelona.
. León Guerrero, M.J. 1996: Educación Especial para Psicopedagogos. Ediciones Adhara, S.L.
. Corral- Verdugo, V., Frias, M., Fraijo Sing, B. y Tapia Fonllen, C. 2006: Rasgos de la conducta antisocial como correlatos del actuar anti y proambiental.
. Gotzens, C. 1999: La disciplina escolar. Barcelona. Ed. Horsori.
. Kazdin, A., Buela-casal, G. 1999: Conducta antisocial. Evaluación, tratamiento y prevención en la infancia y adolescencia. Madrid. Ed. Pirámide.