Término introducido por Westphal (1871) que significa “miedo al mercado”. En la actualidad este término es utilizado para describir un tipo de fobia en la que los sujetos temen perder el control en lugares públicos. Su manifestación extrema consiste en no querer salir de casa y el síntoma más importante es la ansiedad. Se produce con mayor frecuencia en mujeres y suele iniciarse entre los 18 y los 35 años de edad. El tratamiento consiste en psicoterapia, por ejemplo terapia cognitiva y/o conductual, y farmacoterapia. Los agorafóbicos afirman ser muy sensibles a la medicación y suelen tener antecedentes de efectos no deseados con casi todos los fármacos que han consumido. Por tanto, el tratamiento deberá iniciarse a dosis bajas, seguido de incrementos graduales de la misma hasta conseguir el cumplimiento terapéutico del paciente y los beneficios del fármaco. Estos pacientes suelen sufrir una enfermedad no tratada o tratada de forma inadecuada, ya que son reacios a tomar medicación y tienen un miedo injustificado a la adicción o la pérdida del control asociadas con el tratamiento con cualquier fármaco psicoactivo.