La Fundación Sergio García, junto con Desafío y Desarrollo, organizan cursos para enseñar golf a personas con discapacidad física y psíquica e instruir a profesores. Los bilbilitanos Diego Comet y Miguel Costea participaron en uno en Borriol.
Les das unas lecciones básicas: colocar la pelota, coordinar los movimientos, agarrar el palo... Les ves cómo intentan pegarle a la pelota, ¡cómo la levantan! Es increíble, lo más grande. ¡Y cómo disfrutan!". Diego Comet dice que difícilmente olvidará la experiencia que vivió hace quince días en el campo del Mediterráneo de Borriol (Castellón). El profesor bilbilitano formó parte, junto con otros quince colegas, en un curso de golf adaptado que la Fundación Sergio García, junto con Deporte y Desafío, organizan desde hace cuatro años. "Fue una experiencia maravillosa", resume el director deportivo de Augusta Calatayud.
Nuestro golfista más internacional puso en marcha un proyecto que ha unido a las dos fundaciones. "Hemos cubierto un ciclo muy bonito, con la promoción de 18 cursos -explica García-. Pero, sobre todo, lo que más satisfacción me produce, además de que las clases se hayan impartido en diferentes lugares, es que esto no se limita a enseñar a los niños a jugar al golf. También hemos estado formando a profesores, para mí es lo más importante, que son los que van a dar continuidad al golf adaptado y van a hacer que progrese".
Antes del verano, Diego Comet ya estudiaba la posibilidad de cerrar la temporada en Borriol. "El tema me atraía mucho. Siempre hay que estar abierto a aprender nuevas cosas", afirma el jugador, que contó con la buena predisposición del Ayuntamiento bilbilitano y de Augusta Golf Calatayud. "Hay que agradecerles que me permitieran formar parte de esta iniciativa", resalta Comet, que se desplazó al campo castellonense junto con el amateur Miguel Costea, que tuvo su primer acercamiento al profesorado.
Los cursos están dirigidos a niños y jóvenes con discapacidad física, psíquica, sensorial u orgánica que quieren aprender a jugar al golf o disfrutar de este deporte. Pero también, se forma a profesionales de golf que deseen impartir clases en esta modalidad. En Borriel se citaron cerca de 60 alumnos, acompañados de sus monitores, de varias asociaciones: Fundación Síndrome de Down, Colegio de Educación Especial Peineta Roja, El Cau, la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (Ateneo), Ivadis y el Centro Ocupacional El Maestrat.
Los cursos, que combinan teoría y práctica, se desarrollaron durante tres días con la presencia del maestro Peter Longo, un profesional norteamericano con más de 20 años de experiencia en la enseñanza de golf para personas que sufren limitaciones físicas y psíquicas. "Primero analizas la discapacidad, aunque hay más un trabajo psicológico. Hay casos muy diferentes, como personas que han jugado al golf, han sufrido un accidente y tienen miedo de volver a hacer este deporte. Tienes que saber hasta dónde puedes llegar. En los psíquicos les ayuda a mejorar la psicomotricidad, a coordinar los pies y los brazos", relata Comet.
Los educadores tratan de ponerse en la misma situación que sus aplicados estudiantes de golf: "Nos sentamos en una silla de ruedas y tratamos de golpear; o nos colocamos a la pata coja u ocultamos un brazo… Intentas comprender sus sensaciones. ¡Para ellos, darle a la pelota es una fiesta. Todo son sonrisas y abrazos!", resalta el responsable deportivo de Augusta.
Locura con Sergio García
La principal atracción para los participantes en la presencia de Sergio García, quien traspasa su grandeza de jugador a este proyecto. "Fue una locura. Firmó autógrafos, gorras y camisetas; se hizo fotos con todo el mundo... Sergio es una persona muy cercana y disfrutó como el que más", apunta Comet. En estos cuatro años han pasado por los cursos impulsados por las dos fundaciones unos 600 alumnos y han seguido un aprendizaje 233 profesores.
"Médicamente está comprobado que el golf para discapacitados es un deporte muy positivo". La afirmación procede de María José Buitrago, gerente de la Asociación de Golf Adaptado (AGA), que apoya la celebración del Open de España para impedidos. "Nosotros nos tenemos que integrar con ellos, porque todos somos iguales", recalca Buitrago.
El entusiasmo de Diego Comet no se apaga. El director deportivo de Augusta inició los primeros contactos con la Fundación Sergio García para realizar un curso en Calatayud. "Si no puede ser en 2007, en 2008. Animamos a todas las asociaciones a que se pongan en contacto con nosotros. Es una experiencia única", concluye.
El Heraldo
15/12/2006