Científicos determinan que se trata de un problema genético y neuronal, no emocional
Pagoclone se llama la sustancia y en ella está la cura del tartamudeo; la casa farmacéutica Indivus asegura que el efecto ha sido positivo y muy pronto tendrán la medicina.

Para el doctor Gerald Maguire, estudiar el tartamudeo es mucho más que otro tema de salud. El psiquiatra de la Universidad de California, vive en carne propia los efectos de ser tartamudo.

“Cuando era pequeño aprendí a hacer cosas para poder lidiar con mi problema, cuando la profesora me llamaba contestaba imitando la voz de Elmer Fudd o del Pato Donald porque no suelo tartamudear cuando imito a alguien, también busqué sinónimos fáciles de las palabras que más me daban problemas e intentaba por todos los medios no contestar el teléfono porque me quedaba perdido en una frase: mi nombre”.

Hoy, el doctor Maguire busca las causas del tartamudeo y analiza la mejor forma de eliminar esta condición que dificulta la vida de millones de personas en el mundo.

La buena noticia es que el doctor no está muy lejos de alcanzar su meta; de acuerdo con un reportaje en The New York Times, una nueva droga diseñada para los tartamudos ya se está desarrollando y en dos o tres años, es probable que la condición encuentre una solución.

Como en muchas otras materias, el avance de la ciencia y la tecnología continúa corrigiendo datos que pensábamos estaban correctos.

“Pensábamos que los tartamudos tenían problemas emocionales y nerviosos, pero es una condición genética”, explicó Maguire.

elcaribecdn.com
11/09/2006