ordi Sierra i Fabra desde los ocho años tuvo muy claro que quería ser escritor, pero no lo tuvo nada fácil, al ser tartamudo sufrió acoso escolar. En su colegio una vez dijo que quería ser escritor y su profesora de lengua le contestó que nunca lo conseguiría y que dejara de soñar.
Al Jordi de 12 años que escuchó que no valía para escritor, el Jordi de 72 le da las gracias por resistir
Su padre tampoco le apoyó y le prohibió que escribiera. Después del colegio, trabajó como obrero en la construcción y mientras, estudiaba para aparejador obligado por su padre, pero como eso no era su vida, lo dejó y a los 22 años ganó su primer sueldo trabajando como corresponsal en Barcelona en la revista 'El Gran Musical', donde gozó de entrevistar a estrellas del rock y a viajar con ellos. La música le sirvió para darse a conocer, y aunque en ese momento era el mejor crítico musical español, finalmente lo dejó todo para dedicarse a lo que verdaderamente le apasionaba, escribir.
Jordi es hijo único y cuenta como se pasaba la vida leyendo y devorando libros y asegura que leer le salvó la vida. Aunque ni sus profesores, ni su padre creyeran en él, lo tuvo muy claro y nunca se rindió. En 2004 creó dos fundaciones para sustentar un premio literario, el Premio Jordi Sierra i Fabra para menores de 18 años, una en Barcelona, 'Fundació Jordi Sierra i Fabra' y a la otra en Medellín (Colombia), 'Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra', donde fomentan la lectura y estimulan la creación literaria en niños, jóvenes y adultos.
Después de más de 500 libros publicados y numerosos premios, este escritor catalán nos ha comentado diversos temas que le preocupan como la motivación y la educación enfocada en los jóvenes y sobre todo, la importancia de la lectura en la vida de todos nosotros.
Los políticos deberían dejar de hacer campañas y llevar a buenos escritores a las escuelas para motivar a los alumnos
Al Jordi de 12 años que soportó que su profesora delante de toda la clase le dijera que no valía para escritor, ahora el Jordi de 72 años le da las gracias, "por resistir, por aguantar, por creer en él, por no dejar que nadie influyera en ese niño, ni un padre, ni un maestro. Porque si no hubiera aguantado lo que aguantó, ahora no estaría aquí".
Y si con 12 años hubiera tenido la madurez y experiencia que tiene ahora, le diría a esa profesora: "Yo era un barro humano y casi me destrozas la vida, me tuve que salir de la escuela y ser yo mismo quien se reconstruyera". El concepto de 'barro humano' que utiliza el escritor, se debe a que a su parecer un buen maestro tiene que formar y ayudar a los jóvenes que son como "masas de barro humano" a los que se les puede estropear, o por el contrario, dar forma y crear un ser humano capaz "de salir a la calle y hacer cosas".
En cuanto a la educación en España que actualmente está muy por debajo de países como Finlandia, el escritor reconoce que aunque en este país se lee ahora más que nunca, también, "se entiende menos que nunca"."Hoy en día hay mucha gente en paro porque la incultura se huele". Además, añade que los políticos deberían dejar de hacer campañas que digan, 'Leer, serás menos tonto' y por el contrario, llevar a buenos escritores a las escuelas: "Hago más yo yendo a motivarles en charlas para que lean, que 100.000 campañas".
Los profesores deberían dar más libertad a los alumnos para elegir qué libro leer, lo ven como una imposición
Ha dejado claro que otro factor importante es secundar los libros en los medios de comunicación, por ello expone el ejemplo de su generación que entre el año 1980-1981 hizo leer a los jóvenes españoles después de la muerte de Franco y aún así, "somos una generación sin nombre. Mereceríamos un respeto por lo que hemos hecho y nadie nos tiene en cuenta", sentenciaba Sierra i Fabra.
Hoy en día en la mayoría de los colegios e institutos se impone qué libros deben leer los alumnos, y por este motivo, comenta que a su parecer los profesores deberían dar diversas opciones de distintos géneros para que se motiven más, ya que a un alumno puede gustarle leer ciencia ficción y en cambio a otros puede gustarles más los géneros policíacos o de romance: "Habría que dar más libertad, lo ven como una imposición".
Otro componente muy importante es la individualización en los jóvenes, dado que cada persona es un mundo y tiene diferentes necesidades: "Hemos de salvarles la vida uno por uno. Cada lector que se consiga, es un ser humano que mañana hará algo de provecho". Finalmente, Jordi Sierra i Fabra sentencia con su lema de vida: "Todo es posible, si tú lo quieres".
Antena3
4/01/2020