Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Plymouth demuestra que escuchar o tocar música puede ayudar a las personas con demencia, TDHA (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), autismo y que han sufrido un infarto, a mejorar sus habilidades comunicativas.
Todos somos conscientes de los múltiples beneficios de la música en niños, bebés y adultos. Consigue no solo apelar a nuestros sentimientos, sino también a nuestros sentidos. Desde mejorar la capacidad de concentración y la sociabilidad, hasta estimular la inteligencia y desarrollar la creatividad, la música nos acompaña en cada paso de nuestra vida y de nuestro crecimiento como persona, ayudándonos en nuestro desarrollo afectivo, emocional, social e intelectual.
Estos son los 5 grandes beneficios:
1. Disminuye la agresividad y las rabietas
Así lo comprobó uno de los estudios más recientes realizado por investigadores de la Universiti Putra Malaysia, en el que se halló que la musicoterapia tiene efectos positivos en el comportamiento de los niños con autismo. En esta investigación, publicada en Pertanika Journal, se encontró además que al cabo de 10 meses de tratamiento con musicoterapia, los 41 niños con autismo que participaron en el estudio mostraban una reducción de casi la mitad de las crisis de agresividad, de inquietud física y rabietas sin motivo aparente.
2. Mejora la coordinación gruesa y fina
Se ha podido apreciar que bailar e imitar los movimientos, siguiendo el ritmo de la música, es una actividad muy beneficiosa para los niños con autismo pues mejora la coordinación de manos y pies, a la vez que estimula la motricidad fina.
3. Estimula la comunicación verbal y no verbal
El baile y la música son una forma de expresión mediante la que se manifiestan emociones, sentimientos e ideas. Ese mensaje no es completamente ajeno para los niños con autismo, que también pueden utilizar la música y la danza como un medio para expresar su mundo interior. Por eso, la musicoterapia les ayuda a mejorar su comunicación verbal y no verbal, favoreciendo su relación con otras personas, así como la participación en grupos.
4. Reduce la ansiedad y los comportamientos repetitivos
El hecho de concentrarse en determinados movimientos rítmicos (propios de la música) les permite a los niños con autismo disminuir las conductas repetitivas. Esto se debe a que la secuencia estereotipada de los movimientos entra en disonancia con el ritmo de la música y hace que la conducta repetitiva se vaya extinguiendo poco a poco. Además, el ritmo de la música también reduce los niveles de ansiedad, un estado emocional que favorece las conductas repetitivas y agresivas.
5. Educa la percepción
Los especialistas afirman que la musicoterapia estimula la percepción auditiva, visual, táctil y kinestésica en los niños con autismo. Lo que sucede es que la música y la danza les ayuda a interactuar de una manera diferente con su entorno, a la vez que estimula su capacidad para percibir los estímulos que les rodean.
Y en la misma línea, se manifiesta un estudio publicado a finales de 2016 llevado a cabo por investigadores de un hospital infantil de México, que asegura que aprender el lenguaje musical y recibir lecciones de música puede ayudar al tratamiento de niños con TDAH y TEA (Trastornos del Espectro Autista), ya que aumentan las conexiones de las fibras nerviosas en el cerebro durante la etapa infantil.
MundoDiario
30/07/2019