La donación de esperma reabre en Reino Unido el debate moral sobre los criterios de selección y exclusión de posibles donantes que se están llevando a cabo. El Banco de Semen de Londres, el más grande del país, ha sido recientemente acusado de eugenesia en relación a su decisión de prescindir de personas con dislexia, trastorno por déficit de atención (TDA) y déficit de atención por hiperactividad (TDAH), síndrome de Asperger y autismo. En respuesta a ello, la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana (HFEA) ha iniciado una investigación para valorar los márgenes de legalidad de dichas medidas, que podrían considerarse discriminatorias.

¿Es la dislexia una incapacidad?

La controversia de la cuestión se encuentra en el debate entre expertos de salud y educación en torno a si la dislexia, que afecta a un 10% de la población, debe ser considerada como una discapacidad. Son muchos los que defienden su aspecto positivo, ya que la dislexia puede contribuir al pensamiento lateral -solución de problemas de manera imaginativa e indirecta-, razonamiento espacial y reconocimiento de patrones. De hecho, existen numerosas referencias de personas brillantes con dislexia como Richard Branson, Steve Jobs, Ruby Wax o Benjamin Zephaniah.

En un comunicado el regulador de fertilidad dijo: “La HFEA nunca ha requerido o aprobado la prohibición de las personas con dislexia, dispraxia, déficit de atención y otros trastornos a los donantes de esperma. El inspector de la clínica HFEA está aclarando nuestros requisitos para la selección de los donantes con el centro, y está revisando todas las exenciones citadas en los materiales del centro, para garantizar que todos los donantes futuros reciban un trato justo y de acuerdo con la ley”.

Expertos de las universidades de Durham y Yale alertaban el año pasado incluso de que el concepto de dislexia carece de significado y de rigor científico y proponían abandonar el término por ser demasiado impreciso con las dificultades de los diagnosticados.

En declaraciones a The Guardian, un ingeniero de software graduado en Oxford mostraba su sorpresa al encontrar la dislexia en el listado catalogada como una enfermedad neurológica.

“Les dije que se trataba de eugenesia, pero no es ni siquiera eugenesia positiva. ¿Rechazarían a Richard Branson o Albert Einstein? Necesitamos personas innovadoras que piensan diferente en el mundo. Las personas disléxicas hacen una gran contribución a nuestra sociedad. Me gustaría que el gobierno y la HFEA fueran mucho más claros en descartar esta práctica. Y se podría decir lo mismo de la dispraxia y trastorno por déficit de atención”.

Vanessa Smith, gerente de calidad del grupo JD Healthcare, que administra el Banco de Semen de Londres, dijo: “La HFEA ha estado en contacto con nosotros. En respuesta estaremos revisando todas nuestras prácticas y protocolos.”

El presidente de la Fundación de la Dislexia y miembro del consejo de la Asociación Internacional de Dislexia, Steve O’Brien, dijo: “Esto es eugenesia. Se está tratando de decir que los disléxicos no deben estar en la sociedad. Pero nos estamos dirigiendo cada vez más hacia el mundo de Instagram y YouTube, dominado visualmente, donde ofreciendo las herramientas adecuadas esto ya no es un problema, porque las personas con dislexia a menudo están dotadas con habilidades hipervisuales”.

Eugenesia y selección humana

La eugenesia es la defensa de la mejora de los rasgos hereditarios de las personas, o bien a través de métodos de intervención manipulada, o bien mediante criterios de selección humana. En la actualidad, las metodologías eugenistas se centran en el diagnóstico prenatal, la exploración del feto, la orientación genética, ingeniería genética y fecundación in vitro, todos ellos aún en vías de exploración no solo a nivel científico, sino filosófico.

Los motivos alegados para la no aceptación del esperma de personas con estas dificultades son supuestamente “reducir al mínimo el riesgo de transmisión de enfermedades o malformaciones genéticas comunes a los hijos nacidos” y, para ello, el Banco de Esperma de Londres ha decidido que no participen en esta práctica personas con “enfermedades neurológicas”, clasificación para muchos incorrecta en algunos casos.

La búsqueda de una “raza mejor” y el control del devenir y la evolución de la humanidad, el poder de decisión de las características físicas, mentales y de la salud óptimas, son cuestiones social, moral y científicamente controvertidas, que afectan a la aceptación no solo de la naturaleza general en sí, sino también al apoyo de las personas que, de manera individual, se caracterizan por tener determinadas dificultades.

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13/01/2016