En Badajoz se celebrará del 18 al 20 de noviembre próximos la Segunda Reunión Internacional sobre Hiperactividad en la que se debatirán los avances habidos a lo largo de todo un año en la detección y tratamiento de este trastorno. El neuropediatra Julián Vaquerizo Madrid, que ya dirigió el primer encuentro celebrado el otoño pasado en la capital pacense, precisa que se abordarán los aspectos diagnósticos de este Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) así como partes esenciales de la terapia no farmacológica.
-¿Qué novedades se han producido en un año en el tratamiento del TDAH?.
-Tenemos muchas más publicaciones de todos los grupos de trabajo que hay a nivel mundial. Recopilamos toda esa información y cada vez sabemos más de genética, y epidemiología del trastorno, ya sea fuera o aquí en Extremadura. Tenemos ya hace tiempo la estadística de Badajoz, porque revisamos a más de 600 escolares y hemos encontrado la misma incidencia que en otros sitios, desde EE.UU. a Suecia. En nuestra ciudad tenemos un 7,5% de población infantil entre 8 y 9 años de edad que padece este problema, que es importante desde el punto de vista social e incluso asistencial, presión que ha llegado un punto en el que un poco más de 1/3 de mi consulta de Neuropediatría lo es a consecuencia de hiperactividad y/o trastornos en el aprendizaje.
-¿Quién da la voz de alarma sobre este problema, los padres, los pediatras o los maestros, que sufren mucho la situación?
-La mayoría de las veces los maestros, que son de los profesionales que están más concienciados sobre este asunto, porque una de las repercusiones del problema es sobre el aprendizaje. Un tercio de los niños con TDAH presenta trastornos de lectoescritura, de comprensión lectora, en el cálculo o en el razonamiento.
-¿Hay más hiperactivos ahora porque hay más escolarización?¿Antes no había hiperactivos?
-Sí los había, pero probablemente estaban en el pelotón de los torpes. No se identificaba el problema porque no teníamos las bases clínicas para reconocerlo, aunque ahora hay más conciencia social en todas las escalas, tanto en la familia como a nivel académico y médico, en la atención primaria de Pediatría y en la Pediatría especializada, como puede ser la Neurología infantil.
-¿Los niños llegan a la consulta derivados por el pediatra?
-Suele derivarlos el pediatra porque la voz de alarma la han dado los padres que advierten que la conducta del niño es patológica o porque los profesores han dado la señal de alerta, ya sea en etapa preescolar o escolar. Allí ven si el niño no se está quieto en el aula o a veces se detecta un problema del aprendizaje. Aquí es donde más me interesa incidir a mí: casi la mitad de los niños con un trastorno inespecífico del aprendizaje en realidad tienen de base un déficit de atención que no es un problema exclusivamente psicológico, sino una problemática cerebral bien descrita y que tiene una base orgánica. Yo presentaría dos vías por las que puede advertir el profesor esta problemática: por una parte, ese trastorno inespecífico del aprendizaje o bien que observen que el niño tienen problemas de motricidad. Vamos a publicar pronto en una revista científica una casuística de 153 niños con diagnóstico de hiperactividad. Hemos analizado sus comportamientos motores para ver que correlación pueden tener tics, torpezas, estereotipias o trastornos motores. Bueno, pues el 40% de los niños diagnosticados de hiperactividad eran niños que podían considerarse torpes desde el punto de vista neurológico o sea que había signos de alerta de torpeza motora desde las etapas preescolares. Con lo cual, nuestra conclusión es que la torpeza motora es buen signo de alerta para sospechar que pueda haber algún tipo de patología neurocognitiva.
28/07/2004