El paraje salense de Peña Rota se vistió ayer de fiesta. De celebración masiva, entrañable y un tanto reivindicativa al ser el escenario del encuentro anual de familias de personas con discapacidad intelectual promovido por la plataforma ‘Compartiendo un camino’. Cerca de un millar de voces pudieron clamar juntas en defensa de los derechos de un colectivo «que parece tener siempre una doble labor, ganárselos y demostrar después que los merece», apuntaba el gerente de Aspanias, José María Ibáñez, que manifestó su alegría por la notable presencia en el evento de alcaldes y alcaldesas de localidades burgalesas, sobre todo de la comarca de Pinares.

«Es reconfortante, pues el mensaje que reciben las familias de la provincia es que no están solas en su lucha y, a la vez, el respaldo de los gestores políticos sirve de impulso», añadió. De hecho, responsables de las entidades que forman parte de la plataforma y regidores municipales pudieron «cerrar agenda» y consensuar proyectos concretos.

Con todo, el objetivo fundamental de la jornada era, sencillamente, propiciar un día de conviviencia e intercambio de experiencias.

El clima lo permitió y las ganas de los presentes hicieron el resto, amén de una caldereta al estilo serrano que hizo las delicias de los reunidos, agotados de refrendar con sus aplausos los mensajes lanzados en el acto institucional que centró la mañana. En él, personas con discapacidad y directivos de las entidades agrupadas en ‘Compartiendo un camino’ dieron lectura a la carta de derechos de las personas con discapacidad intelectual, que resumieron en un decálogo interpretado para la ocasión con pictogramas.

La llamada a embarcarse en esta aventura con aroma a lucha se representó con un escenario con forma de navío y pañuelos al estilo pirata. «Hemos dejado claro que vamos a ser exigentes con el cumplimiento de esos derechos, que vamos a pelear. Pero también queremos trasladar que estamos dispuestos a colaborar para lograrlo», detalló Ibáñez.

En la línea de las necesidades urgentes, el gerente de Aspanias colocó a la cabeza la apuesta por el empleo. «Queremos por lo menos mantenerlo y de momento lo logramos. El deseo común de entidades y familias es que no paguen siempre los mismos las consecuencias de la crisis», apuntó.

El encuentro finalizó a media tarde con el convencimiento de que había sido -como lo fue su primera edición celebrada en 2010- el principio de nuevas actividades que llevarán la esperanza que ayer desafió al gris que suele teñir la actualidad reciente a todos los rincones de la provincia.

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9/10/2011