La dislexia es una enfermedad genética de base neurológica, y por lo tanto, no tiene cura.
Esto no significa que los que la padecen deban quedarse atrás, o que no puedan desarrollar una carrera académica y profesional normal.
Está en las manos de los educadores infantiles, los profesores, los inspectores educativos y de los mismos padres, el que un afectado pueda labrarse una carrera en condiciones.
El problema está en que la dislexia es una enfermedad difícil de detectar en los niños, además de ser una gran desconocida para la mayoría de los adultos.
Profesores y educadores sentencian a niños con este problema constantemente, y les etiquetan de vagos o torpes, fruto del desconocimiento.
En lugar de ello, podrían hacer un esfuerzo por intentar escuchar y comprender a sus alumnos.
Ser un educador es una profesión de mucho valor, pero también de mucha responsabilidad, por lo que exige unos amplios conocimientos en todo aquello que puede afectar al desarrollo de los alumnos.
Los médicos creen que la dislexia puede detectarse a una edad muy temprana, a partir de los tres años.
Y dan unos cuantos trucos que pueden ayudar a localizar esta enfermedad en un alumno.
Estos son algunos de los síntomas que se manifiestan en los niños disléxicos:
* Tienen un retraso en el aprender a hablar con claridad.
* Sufren confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
* No tienen la habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
* Confunden en el vocabulario relacionado con la orientación espacial.
* Tienen una mayor habilidad manual que lingüística (algo que puede apreciarse con pruebas de inteligencia).
* Sufren dificultades para aprender las rimas típicas de preescolar.
* Y también tienen otras dificultades con las secuencias.
Debe mejorar pues la formación de los orientadores y de los profesores, ya que ellos deberían ser capaces de detectar un caso en dos o tres meses, y de proporcionar a los pequeños una educación específica.
Cuando todas las partes implicadas en el desarrollo del niño se involucran de la misma manera, es cuando se consigue que este pueda llevar una vida normal, como la de los demás.
Por eso se necesitan más profesionales especializados en estas áreas.
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29/10/2009