EN este año celebramos el bicentenario del nacimiento de Louis Braille (2009-1809), que como otros adelantados a su época, falleció a una temprana edad y sin el reconocimiento de sus coetáneos. Este señor, que perdió la visión a los cuatro años de edad, fue el inventor del sistema de lectoescritura para personas ciegas. Con el paso de los años, y con la adaptación de su sistema al informático, se ha confirmado que el Braille es el método de comunicación por excelencia de las personas con pérdida de visión.

Bajo el título, De la pauta y el punzón al Braille computerizado podemos visitar esta exposición en el Patio de Banderas del Ayuntamiento de Málaga, además de contar con un circuito de actividades y ejercicios mediante talleres que se celebran todas las tardes en la sede de la ONCE en la calle Cuarteles.

Es verdaderamente increíble la capacidad de orientación que una persona ciega puede alcanzar. Dicen las personas mayores que quien pierde un sentido desarrolla un poco más que los demás el resto. Aunque sigo pensando que la libertad de cualquier persona, su desarrollo y sobre todo su autoestima, se fundamentan en la oportunidad de desarrollo de sus capacidades para ejercer una vida plena y sin ataduras innecesarias, también entiendo que sin ofrecer una oportunidad real de igualdad sería demasiado difícil, además de injusto.

Se convierte por ello el sistema Braille en un fantástico vehículo portador de mensajes, punto a punto, intenta describir paisajes, colores y sensaciones. Podemos verlo en ascensores, sobre todo, y comienza a tener su hueco en otros ámbitos, como la carta de servicios de restaurantes y hoteles o en los medicamentos.

Se completa este sistema con los sistemas de audio, donde se reproduce mediante un sintetizador de voz la opción elegida.

La audio-descripción es una de las grandes posibilidades que ofrece la tecnología para el seguimiento por ejemplo de exposiciones, donde mediante una locución podemos construir en nuestra mente lo que se percibe por la visión.

Como casi todas las cosas que tienen que ver con la accesibilidad, se llevan a cabo con el objetivo principal de eliminar las barreras para las personas con discapacidad, pero finalmente son un beneficio para todos.

Especialmente para las personas ciegas o con déficit de visión podemos y debemos eliminar los obstáculos de la vía pública, proteger los alcorques para evitar caer en ellos, colocar bandas guía en los sitios de referencia, como pueden ser las marquesinas de los autobuses o paradas de taxi, el especial botonado de los rebajes en la acera, y cómo no, debemos incorporar información en Braille al menos en los principales lugares de afluencia de personas.

No soy empresario, de hecho, no aspiro a ello, pero sin duda, ganaría multitud de clientes incorporando ciertas medidas complementarias en mi establecimiento.

En época de crisis, normalmente, sobreviven los que son capaces de encontrar nuevos mercados, de reclamar nuevos clientes, de ofrecer algo diferente sin que esto necesariamente nos lleve a buscar excentricidades.

http://www.malagahoy.es
2/06/2009