Mientras que a los padres y a los niños y niñas con dislexia les sobran motivos para la queja, en algunos rincones de España hay profesionales que están haciendo un esfuerzo para tenderles una mano.
"No tenemos acceso a un diagnóstico gratuito del trastorno, hay desconocimiento general sobre su existencia, faltan ayudas para afrontar el tratamiento disciplinar que necesitan, no hay material adaptado para este tipo de alumnado, con el fin de que estén en igualdad de condiciones que el resto de compañeros, y faltan políticas educativas, sanitarias y sociales que tengan en cuenta a los afectados y a sus familias", protestan las familias agrupadas en la Asociación de Dislexia y Familiares (DISFAM) de las Islas Baleares.
Por todas estas razones y porque "la intervención temprana es crucial para su evolución positiva, decidimos llevar a cabo una investigación, financiada por el Ministerio de Educación, que tiene dos objetivos, mejorar el diagnóstico y que se produzca lo antes posible", destaca a elmundo.es, Juan Luis Luque, profesor de Psicología en la Universidad de Málaga.
Este experto destaca la participación en este estudio de cerca de 1.200 niños, de segundo de primaria (siete años) y cuarto (nueve años) de 15 colegios de Málaga. "Sometimos a los escolares a una batería de pruebas que permiten medir cómo leen, a qué velocidad, con qué exactitud, así como otras pruebas de fluidez verbal, conciencia fonológica, memoria verbal a corto plazo, discriminación de los sonidos", recuerda este especialista. Insiste, además, en "que gracias a un acuerdo con el Laboratorio de Perfección del Centro Nacional de Recursos Científicos de Francia, estamos aplicando otras pruebas experimentales que tienen que ver con la fonología y donde manipulamos los sonidos".
Los datos mostraron "que cerca de 100 de los participantes tenían este trastorno del aprendizaje. Oficialmente, no existía ningún diagnóstico de dislexia, lo que resulta realmente alarmante", insiste el experto de Málaga.
Próxima iniciativa: menores de un año
Mirando hacia el futuro, el profesor Juan Luis Luque anuncia el inicio de una investigación el año que viene "realizada con bebés. Existe una relación de la dislexia con la fonología del lenguaje. Ya hay estudios que demuestran que incluso durante el primer año de vida se produce un desarrollo fonológico diferente en los pequeños que van a desarrollar este trastorno". Otro de los apoyos para los niños afectados son los distintos soportes creados para facilitar la lecto-escritura, como los que fabrica la compañía Rehasoft, que adapta las nuevas tecnologías a usuarios con éste y otros obstáculos (baja visión o ceguera), y que hace cinco años desembarcó en España.
La empresa cuenta con DiTres, un trío de aplicaciones de software (DiTex, DiDoc, y Dilet) que puede ayudar al alumno a realizar los 'deberes' escolares tanto en casa como en el colegio. "El concepto del trío es hacer que toda la información esté disponible a través del ordenador para trabajar con textos de una forma más eficaz usando la voz sintética, ya sean textos electrónicos, páginas web, correo electrónico, Word, PDF... o textos impresos como un libro de texto o un periódico", reza la página web de la citada empresa.
La compañía ya ha llevado a cabo varios talleres de formación sobre esta herramienta dirigidas tanto al profesorado de colegios e institutos, como a padres y a estudiantes.
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28/11/2008