La hipoacusia puede producir sordera total o incluso sordomudez. Se trata de una enfermedad que, detectada antes de los tres meses de vida, hay más chances de corregirla y de que el niño aprenda a hablar.
Por eso, en la comisión de Salud de Diputados hay decisión de aprobar un proyecto de ley, encajonado desde 2003, por el cual se obliga a realizar estudios de detección precoz de la hipoacusia o sordera congénita a todo recién nacido.
La enfermedad produce desde pérdida auditiva parcial hasta total. Con el tiempo, la sordera congénita provoca retraso académico y menores expectativas laborales, por lo cual un diagnóstico temprano y una intervención oportuna pueden evitar los problemas.
A pesar de que no hay estadísticas oficiales en Uruguay, se presume que hay una persona cada mil nacidas con problemas de hipoacusia, dijo a El País la doctora Liliana Palma, del departamento de Otorrinolaringología del Pereira Rossell.
De ese uno por mil, un 50% pertenece al grupo de niños de riesgo: los que adquieren la hipoacusia de forma hereditaria (padres sordos de nacimiento), por haber tenido poco peso al nacer o por infecciones en el vientre uterino. Estos casos son más fáciles de detectar porque los médicos ya están avisados de que pueden ocurrir: "Si el niño pesa 500 gramos el médico sabe perfectamente que va a tener problemas de sordera y se lo estudia inmediatamente".
El problema mayor en la detección está en el otro 50%: los niños que no se espera tengan problemas de sordera porque ningún antecedente así lo indica. Por eso es importante una ley de detección precoz: para minimizar el número de niños que sufren de sordera y no son detectados a tiempo.
En ese segundo grupo, la detección de la sordera depende mucho del entorno familiar, que debe estar atento a las reacciones que el niño no tiene y debería tener. Es común que una madre con muchos hijos se dé cuenta y una madre primeriza no. A una madre primeriza no le llama la atención que el niño no realice determinadas cosas: puede pensar que es tranquilo y que no se sobresalta con los sonidos fuertes.
"Ese niño es el que se va perdiendo y al que se le hace el diagnóstico mucho más tarde. El niño normal es el que no se nos puede escapar", dijo a El País la otorrinolaringóloga Beatriz Rosales.
El diagnóstico se puede hacer en 48 horas. Lo ideal es que sea antes de los tres meses de vida y que el tratamiento arranque antes de los seis meses.
El segundo artículo del proyecto establece que estos estudios deberán ser realizados a todo recién nacido, antes del tercer mes de vida, por egresados de la licenciatura en Fonoaudiología.
Para Palma, "lo ideal es que lo haga un fonoaudiólogo, u otorrino especializado en el tema". También ayudaría especializar a otros médicos o incluso nurses, indicó la especialista.
La comisión de salud ha mantenido varias reuniones con integrantes de la Sociedad de Otorrinolaringología y de la Sociedad de Fonoaudiología del Uruguay para el estudio del proyecto y hay acuerdo "para que salga lo más rápido posible", dijo el diputado nacionalista Miguel Asqueta. También se le ha pedido opinión a la Dirección General de la Salud y habría opinión favorable para que el proyecto camine. En ese caso, todas las instituciones públicas y privadas brindarán este servicio.
Distintos síntomas y tipos
La hipoacusia se clasifica en leve (pérdida menor a 35 decibeles), moderada (entre 35 y 60), profunda (entre 60 y 90), y total (superior a 90 decibeles). Los síntomas que la acompañan son la sensación de taponamiento, acúfenos, mareos o rinorrea, entre otros. Hay hipoacusias neurosensoriales o de percepción (por lesiones en vías neuronales, en el sistema nervioso central o en la corteza auditiva) y otras que son por alteraciones del oído externo o medio, que impiden la transmisión del sonido.
Jornadas sobre divulgación de la sordera precoz en el Pereira
El departamento de otorrinolaringología del hospital Pereira Rossell realizará los próximos 29 y 30 de julio dos jornadas de divulgación de los problemas de sordera en los niños, bajo el nombre de "día nacional para la prevención, detección e intervención precoz de la hipoacusia".
El evento estará abierto a todos los interesados en el tema: habrá charlas educativas y algunos padres de niños con sordera contarán sus experiencias a otros padres que recién comienzan a convivir con este problema.
"La difusión es muy importante y es a lo que apuntamos. Cuanto más se sepa de estos problemas, mucho mejor. Las sorderas se van a detectar más tempranamente. Si los padres no saben, el niño corre riesgo. Pero si estos están enterados, la situación es distinta. Toda campaña ayuda a minimizar los problemas", dijo la doctora Beatriz Rosales.
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14/06/2008