Hace unas semanas investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) publicaban en Neurology un estudio en el que sugerían que la pérdida de memoria en Alzheimer podría acelerarse si se le sumaba una afección cardiovascular, como la hipertensión arterial (HTA), la angina de pecho o la diabetes.

En la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología un equipo de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos) ha visualizado a través de resonancia magnética cómo la HTA reduce el riego sanguíneo en adultos con enfermedad de Alzheimer.

"Aunque la HTA no sea la causa del Alzheimer, el estudio muestra que supone otra agresión en el cerebro que incrementa la vulnerabilidad a los efectos de la enfermedad", explica Cyrus Raji, uno de los coordinadores del trabajo.

"El estudio demuestra que la salud vascular es también buena para el cerebro", apunta Óscar López, coautor. "En los pacientes con Alzheimer es importantísimo tratar eficazmente la HTA y prevenir su aparición".

Con resonancia

Los investigadores sometieron a resonancia a 68 ancianos con Alzheimer, deterioro cognitivo leve y buenas capacidades cognitivas.



En ambos grupos había pacientes que presentaban HTA y cifras tensionales normales.



Las pruebas de imagen mostraron que en todos los casos el riego sanguíneo estaba sustancialmente disminuido en los pacientes con HTA respecto a los normotensos. El flujo sanguíneo era menor en los pacientes con Alzheimer, pero en los que no presentaban ningún deterioro cognitivo la irrigación fue bastante inferior en los sujetos con HTA. "Los resultados sugieren que la hipertensión contribuye al desarrollo del Alzheimer", señala Raji.

Correo farmaceutico
21/12/2007