Así lo estableció una investigación de la universidad Javeriana que señala como problema fundamental ecografías deficientes que producen errores médicamente graves.

Uno de esos casos le ocurrió a Diana. Cuando recuerda la alegría y la ilusión que sentía al ver a su hijo en las ecografías, se enfurece. Le da rabia porque ninguna de las tres que le hicieron en su IPS de control prenatal detectó una malformación en la columna vertebral de su bebé, que hoy padece limitaciones en sus movimientos.

"De haberse establecido la anomalía -dice Diana- yo habría dado a luz por cesárea, para que el bebé no naciera con estas limitaciones. Ahora me entero de que el parto vaginal empeoró el daño en la columna de mi hijo".

El pequeño con discapacidad, que está en tratamiento para poder caminar, hace parte de la investigación realizada con 12.760 recién nacidos en Bogotá durante los años 2003 y 2004.

"Del total de nacimientos analizados, los niños con malformaciones fueron 287, pero solo al 32 por ciento de ellos se les detectaron dichas características en las ecografías, siendo que todas ellas se podían establecer a través de esta vía", asegura Ignacio Zarante, profesor de genética de la Universidad Javeriana y director de la investigación.

Según el docente, las madres del 68 por ciento de los bebés que nacieron con malformaciones en el citado periodo en Bogotá fueron víctimas de malas ecografías.

"No siempre se puede hacer algo cuando se halla una malformación en un feto -señala Zarante-, pues nada evita que el niño nazca con ella, pero tener un buen diagnostico del estado del bebé en gestación puede evitar su muerte".

Cuenta Zarante que en cinco casos las ecografías no establecieron que los niños tenían una cardiopatía congénita y que requerían una cirugía inmediatamente después de su nacimiento para que sus vidas no corrieran riesgo.

"Nosotros descubrimos esas malformaciones en los recién nacidos y sus padres jamás habían sido informados en los controles prenatales. Un niño que padezca de esta cardiopatía puede parecer sano, pero días después puede morir en su casa", precisa el genetista, refiriéndose a una malformación que a veces tapa las arterias de los niños.

Zarante encuentra que también hay fallas en los casos donde hallar una malformación no sirve de nada. "No es justo que unos padres se ilusionen con tener un hijo sano y que luego del parto se enteren que tienen síndrome de Down o labios leporinos".

Las razones

Para Zarante hay tres factores que propician las malas ecografías en la capital: la falta de entrenamiento de algunas de las personas que las realizan, la utilización de instrumentos viejos y el poco tiempo que se les dedica a estos exámenes.

Dicho panorama fue corroborado por Patricia Castro, presidente de la Asociación Colombiana de Radiología. Ella reveló que no todas las IPS cumplen al contratar a gente experta para hacer las ecografías como lo exige la ley y que algunas de ellas utilizan equipos que no son efectivos porque tiene más de 20 años.

"No son todos, en Bogotá estamos a la vanguardia en la realización de ecografías, pero algunas IPS de barrio sí incurren en estas fallas", precisó Castro, quien también coincidió con Zarante al denunciar que en algunas de estas Instituciones Prestadoras de Salud se le exige al personal atender rápido para conseguir evacuar el mayor número de citas posibles.

Por su parte, Acemi, Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral y Salud Pública del Distrito señalaron que desde hace seis meses están trabajando con base en los datos de la investigación de la Universidad Javeriana para determinar que medidas se pueden tomar en estos casos.

En opinión del docente de la Javeriana, lo que se debe hacer para que las ecografías no pasen por alto las malformaciones, es especificar una lista de chequeo que deben cumplir los encargados de estos exámenes.

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23/08/2007