La hipotonía se refiere a un bajo tono muscular. La hipotonía se refiere a un bajo tono muscular que puede afectar el ritmo del discurso, la calidad de la voz y la capacidad para coordinar los movimientos de la lengua, labio, mandíbula y paladar, por lo que el discurso puede ser lento, incorrecto y/o nasal.
El tono muscular es la energía potencial de un músculo. Incluso cuando están relajados los músculos presentan una ligera contracción que limita su elasticidad y ofrece cierta resistencia al movimiento pasivo, por tanto, el tono muscular está íntimamente relacionado con la movilidad voluntaria y la postura. De la integridad de las estructuras nerviosas y musculares depende un tono balanceado que permita posturas y movimientos precisos y armoniosos.
Si alguna anomalía interfiere en el neurodesarrollo infantil, se producirá un trastorno motor y una alteración del tono como la hipotonía.
La hipotonía se refiere a un bajo tono muscular como si el niño fuera más blandito. La elasticidad del músculo es excesiva, las articulaciones no se encuentran bien fijadas, aún con el músculo contraído, por lo que al moverlas apreciamos flacidez y un movimiento muy amplio.
Causas
El tono muscular y el movimiento involucran el cerebro, la médula espinal, los nervios y los músculos. La hipotonía puede ser un signo de un problema en cualquier parte a lo largo de la ruta que controla el movimiento muscular. Las causas de la hipotonía son múltiples:
Síntomas
La hipotonía tiene una incidencia negativa sobre el desarrollo de la articulación de palabras. Las alteraciones del control motor dificultan la inteligibilidad del habla y la expresión verbal en su conjunto.
La hipotonía puede afectar el ritmo del discurso, la calidad de la voz y la capacidad para coordinar los movimientos de la lengua, labio, mandíbula y paladar, por lo que el discurso puede ser lento, incorrecto y/o nasal.
Tratamiento
El tratamiento suele ser multidisciplinario. Dependiendo del grado de afectación pueden intervenir el pediatra, neurólogo y el fisioterapeuta entre otros.
Es importante que los padres se impliquen y trabajes con los niños en casa, ya que el éxito y la rapidez de la mejoría depende de que se realice terapia diaria, repetitiva y constante.