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Cuando hablamos de diversidad funcional proponemos una visión positiva de la discapacidad hablando de “diferentes capacidades”, no de deficiencias, limitaciones ni restricciones, y con éste término evitamos las diferenciaciones como minusválido= menos válido. Sin duda, integrar este concepto en nuestro vocabulario, ira haciendo que miremos lo diversos que somos y lo capaces que cada uno es en sus areas.
Hablar de diversidad nos lleva a superar las definiciones en negativo de palabras como discapacidad o minusvalía. El término de Diversidad Funcional fue propuesto y acuñado por Javier Romañach Cabrero en el Foro de Vida Independiente, en enero de 2005.2
Dado que en la sociedad existen personas con capacidades diferentes entre sí, incluso grandes variaciones de éstas en un mismo individuo a lo largo de su vida, es posible afirmar que, en un momento dado, en la sociedad existe diversidad funcional del mismo modo que se observa diversidad cultural, sexual o generacional.
El concepto de Diversidad Funcional se define como:
“La diferencia de funcionamiento de una persona al realizar las tareas habituales (desplazarse, leer, agarrar, ir al baño, comunicarse, relacionarse, escuchar, etc) de manera diferente a la mayoría de la población”.
Cuando hablamos de diversidad funcional proponemos una visión positiva de la discapacidad hablando de “diferentes capacidades”, no de deficiencias, limitaciones ni restricciones, y con éste término evitamos las diferenciaciones como minusválido= menos válido.
Sin duda, integrar este concepto en nuestro vocabulario, ira haciendo que miremos lo diversos que somos y lo capaces que cada uno es en sus areas. Incluir a los niños y las niñas en esta dinamica puede ser una estrategia genial para cuando nos preguntan sobre la discpacidad de nuestros hijos o alguna persona que ven pasar, podremos decirles que todos somos diversos en nuestra forma de vestir, actuar, esuchar, desplazarnos y mucho mas.
NUESTRAS DIVERSIDADES NOS ENRIQUECEN