Es común que durante el confinamiento aparezcan sentimientos de ansiedad, estrés y depresión, es algo casi inebitable. Reconocerlas y aceptarlas nos ayudará a poder manejar y superar estas emociones.
Las estrictas medidas que se han tomado en la mayor parte del mundo para evitar el contagio del coronavirus puede afectar la salud emocional, no sólo en aquellas personas que ya sufrían algún trastorno psicológico previo a la pandemia.
Aunque cada uno reacciona de diferente manera, el aislamiento puede provocarnos ansiedad, estrés y depresión.
Es común que durante el confinamiento experimentemos ansiedad por nuestra salud, la salud de las personas que nos rodean y a quienes queremos. Sentimos también preocupación por nuestros ingresos económicos, por la seguridad de conservar nuestro empleo; por el abastecimiento de víveres y medicamentos. Experimentamos ansiedad por no saber cuánto va a durar esto. En algunos casos sentimos ansiedad por estar solos, en otros casos por atender y cuidar a los hijos o a los adultos mayores.
Pero no sólo es la ansiedad, el aburrimiento y el aislamiento provocan depresión y es entonces que comenzamos a sentir desesperanza, irritabilidad, cambios en los hábitos alimenticios o experimentamos problemas para conciliar el sueño, nos falta energía y se nos dificulta concentrarnos.
Por su parte, el estrés nos puede hacer pensar que no seremos capaces de afrontar esta situación y causarnos fatiga emocional y dificultad para tomar decisiones.
Es importante mantenerse informado sobre lo que ocurre, debemos acudir a fuentes fiables de información pero no saturarnos de noticias, pues la sobreinformación sólo nos generará más ansiedad.
Mantener el contacto a través de internet nos ayudará a superar la depresión. Actualmente también existe ayuda psicológica on line o vía telefónica y podemos acudir a ella sin salir de casa.
Una técnica efectiva para combatir la ansiedad, el estrés y la depresión es practicar ejercicios de respiración y meditación. La práctica del ejercicio también suele ser efectiva en estos casos.
Debemos de encontrar dentro de casa actividades que nos gusten, de manera que podamos entretenernos y no caer en la rutina.
Es casi inevitable que estas emociones aparezcan a lo largo del confinamiento; reconocerlas y aceptarlas nos ayudará a poder manejarlas y superarlas.