La crianza de un bebé es de por sí un reto que puede complicarse cuando el bebé presenta alguna dificultad. Por lo tanto, es importante cuidar esta experiencia, una vez la díada madre-hijo se encuentran en casa, fuera del hospital. A continuación describimos algunas situaciones en las que puede intervenir la logopeda.
La logopedia y la lactancia materna están ligadas por la terapia miofuncional orofacial. Sin embargo, es un campo poco explorado aún. Suele estar más presente en el trabajo con prematuros o en bebés con alteraciones neurológicas (por ejemplo, parálisis cerebral) o fisiológicas como el labio leporino y la fisura palatina.
Sin embargo, también es vital su importancia en los neonatos a término. No solo porque la lactancia es el único modo en el que pueden recibir la nutrición necesaria para vivir, ya sea lactancia natural o lactancia artificial, sino porque también están en juego el vínculo entre madre e hijo. Además también se ve afectada la parte emocional que acompaña esos primeros momentos.
La crianza de un bebé es de por sí un reto que puede complicarse cuando el bebé presenta alguna dificultad. Por lo tanto, es importante cuidar esta experiencia, una vez la díada madre-hijo se encuentran en casa, fuera del hospital. A continuación describimos algunas situaciones en las que puede intervenir la logopeda.
La anquiloglosia supone en muchos casos un gran escollo para establecer la lactancia materna. Un bebé con anquiloglosia puede provocar en la madre dolor al mamar y grietas. También puede pasar que el bebé pierda peso o haga tomas muy largas de una hora o varias, con el consiguiente desgaste de la madre, entre otras dificultades (Orte-González et al., 2017; Pozo-Matamoros, 2019). Habitualmente se propone como solución la frenectomía. Sin embargo, existe controversia al respecto por el exceso de intervención quirúrgica en estos casos (Redondo-Sedano et al., 2016).
Sin embargo, Pastor-Vera et al. (2017) comprobaron cómo la intervención con terapia miofuncional orofacial (TMO) por parte del logopeda a veces evitaba la cirugía. E incluso una vez realizada en los casos en los que era necesaria, la intervención del logopeda con TMO mejoraba la succión del bebé.
Por tanto, una de las intervenciones más frecuentes que relacionen lactancia y logopedia podría ser esta, la atención de la logopeda en bebés con anquiloglosia o frenillo lingual corto.
En ocasiones, podremos encontrarnos con bebés que no logran un buen agarre al pecho porque protruyen la lengua. Esto puede ser debido a una hipotonía generalizada o solo de la lengua. Esto implica que empujará el pezón fuera de su boca y le resultará complicado extraer la leche del pecho de la madre.
En este caso, el papel del logopeda es importante. Puede pautar soluciones sencillas, como empujar la barbilla del bebé hacia abajo con un dedo, suavemente. Pero también es necesaria su labor para conseguir que la lengua sea funcional, realice los movimientos peristálticos necesarios para extraer la leche del pecho y, por tanto, tenga un tono adecuado. Para ello podrá realizar los masajes adecuados a cada caso y estimular los movimientos necesarios.
Los bebés siguen un patrón de succión-deglución-respiración (S:D:R) cuando maman. Ante alteraciones neurológicas o ciertos síndromes genéticos, podemos ver que el bebé no sigue esta secuencia e incluso existe una disfagia, a veces con aspiración del líquido materno o de la leche artificial (Sampallo-Pedroza, 2015).
La intervención de la logopeda va a estar clara. En ocasiones, deberá añadir algún tipo de espesante a la leche y, por tanto, optar por ofrecerla al bebé lactante mediante un relactador, el método dedo-jeringa o un biberón. Este es el orden de preferencia en cuanto a métodos, para que el bebé pueda seguir practicando su succión. Si el método escogido es el biberón, lo recomendable es emplear tetinas de flujo lento y emplear el método Kassing.
El tiempo durante el cual es necesario añadir espesante a la leche materna, dependerá de la evolución del bebé.
Algunos bebés presentan hiposensibilidad oral, que se traduce en dificultades para la alimentación: el líquido se derrama, es posible que no realicen el enganche al pecho o al biberón de manera adecuada e incluso sufra un retraso ponderal.
Si el bebé presenta hipersensilidad oral, de nuevo podremos encontrar estancamiento o retraso ponderal, tos frecuente, sospecha de alergia o regurgitamiento.
De nuevo puede intervenir el logopeda y mejorar el proceso de alimentación no solo de manera directa, sino haciendo partícipe a la madre y/o el padre. En el caso de la hiposensibilidad, es claro que habrá que jugar con textura, sabor, temperatura tanto en la parte externa de la cavidad oral, como en la región perioral e intraoral.
Cuando encontremos hipersensibilidad, será necesario descartar alergias, como la alergia a la proteína de la leche de vaca, la más frecuente. En ocasiones es necesario la alimentación por sonda durante un tiempo, aunque se debe optar por relactador mejor si el bebé lo admite.
Referencias
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Pastor-Vera, T., Rodríguez-Alessi, P., Ferrés-Amat, E. y Ferrés-Padró, E. (2017). Anquiloglosia y problemas de succión, tratamiento multidisciplinar: terapia miofuncional orofacial, sesiones de lactancia materna y frenetomía. Rev. de Logopedia, Foniatría y Audiología. 2017; 37 (1): 4-13.
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