El mutismo selectivo consiste en un rechazo persistente a hablar en una o más situaciones sociales relevantes, incluyendo la escuela, a pesar de la capacidad para hacerlo y comprenderlo.
El mutismo es un trastorno de la personalidad, que altera la comunicación tanto en adultos como en niños/as, por tanto, la única alteración evidenciable, sería la falta de habla cuando el lenguaje oral ya se ha desarrollado entre su grupo de iguales.
Las personas que sufren mutismo se mantienen en silencio ante determinadas situaciones, pudiendo ser las causas de este silencio una sobreprotección familiar, falta de estimulación, un bilingüismo mal integrado, un déficit lingüístico hereditario… etc y activarse de forma voluntaria o como consecuencia de una condición que escapa a su control.
El mutismo puede ser total, acinético y selectivo, siendo este último es más común.
El mutismo selectivo consiste en un rechazo persistente a hablar en una o más situaciones sociales relevantes, incluyendo la escuela, a pesar de la capacidad para hacerlo y comprenderlo.
Es un trastorno poco frecuente que afecta al l% de la población y lleva consigo varios síntomas asociados, como pueden ser:
- Timidez excesiva.
- Miedo a las situaciones sociales.
- Aislamiento y retraimiento social.
- Negativismo.
- Fobia social.
¿Se puede confundir la timidez con el mutismo?
Las personas tímidas les cuestan hablar con extraños o en situaciones desconocidas. Sin embargo, al contrario de los que padecen mutismo, los tímidos responden si se les pregunta o empiezan a hablar una vez se sienten más seguros.
¿Cómo pueden ayudar los familiares?
La participación desde hogar es crucial, adoptando medidas que faciliten el desarrollo sociopersonal y estimulen su capacidad expresiva en las distintas situaciones de interacción verbal con otros: