Mari Carmen Lozano | 1/02/2018

El Síndrome de Down es debido a una alteración genética producida por la adicción extra del cromosoma 21, por lo tanto, las personas con síndrome de Down tienen en total 47 cromosomas en vez de 46. Esto conlleva que los niños que nacen con SD tengan añadidos ciertas patologías como problemas cardíacos, visuales, auditivos, retraso mental, etc.

Desde los primeros meses de vida del bebé es importante que ya reciba estimulación temprana para el mejor desarrollo de las habilidades visual, auditiva y gestual que se produce en los bebés en el primer año de vida, ya que esas serán bases importantes para el desarrollo posteriormente del habla y del lenguaje.

En relación a la intervención logopédica con niños con síndrome de Down es importante señalar la intervención tanto a nivel orofacial (deglución) como de habla y lenguaje.

Áreas importantes a trabajar a nivel orofacial:

    Es importante la enseñanza del patrón respiratorio correcto, esto es, la respiración costo-abdominal, ya que muchos niños con SD tienen respiración bucal, de modo que es importante la enseñanza del patrón respiratorio correcto.

    Conseguir un mayor tono, movilidad y fuerza en los labios y la musculatura facial, ya que suelen tener problemas de hipotonía labial y lingual, implantación dentaria retrasada, paladar ojival, músculos faciales, etc.

    A nivel de masticación y de hábitos deglutorios, es muy importante la corrección de un patrón deglutorio correcto, ya que se pueden producir deglución atípica, interposición de la lengua al deglutir, dificultad masticatoria, etc.

    La modificación de malos hábitos como succión excesiva digital (succión del dedo pulgar), el uso excesivo del chupete, seño labial ineficiente (dificultad en el cierre de la boca principalmente durante la succión de los alimentos), etc.

La intervención logopédica sobre estas áreas tiene como fin alcanzar la enseñanza y el uso de patrones correctos que permitan un equilibrio y estabilidad funcional correcta de los músculos implicados en la musculatura orofacial. Y principalmente sobre aspectos respiratorios, succión y deglución de alimentos.

Áreas a trabajar a nivel de habla y lenguaje:

    La aparición de las primeras palabras es lenta suele ocurrir entorno a la edad de los 2 años (también pueden darse alrededor de los 3 años según el desarrollo de cada niño).

    Mejor funcionamiento a nivel comprensivo que expresivo.

    Dificultad en la articulación del habla debido principalmente a alteraciones a nivel anatómico que afectan al correcto funcionamiento para la articulación de los fonemas, palabras, frases, etc.

    Realizan con mayor frecuencia y durante más tiempo procesos de simplificación del habla, esto es como por ejemplo los que afectan a la estructura de la palabra (CCV >CV) ejemplo: broma >bomba.

    También se producen con mucha frecuencia dislalias funcionales con procesos de sustitución y omisión de unos fonemas por otros.

    Hay dificultades en la memoria de trabajo (que es la encargada de mantener la información que llega tanto por vía auditiva como visual el tiempo suficiente para que el cerebro pueda procesar su información).

    Alteraciones auditivas que conllevan retrasos en la adquisición del habla y del lenguaje.

    La prosodia suele ser monótona durante la conversación en el habla espontánea y también dificultad en el énfasis en palabras dentro de una oración.

La intervención logopedia sobre estas áreas tanto del habla como del lenguaje irán encaminadas a una mejora de desarrollo de la comunicación del niño tanto a nivel del habla (articulación, órganos fonoarticulatorios, respiración, etc.) como también una mejoría en el lenguaje tanto a nivel comprensivo como expresivo, y de las áreas implicadas en el lenguaje (fonética, fonología, léxico-semántico, morfosintáctico y pragmática).

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