La duración de la enfermedad es variable y puede oscilar entre uno y veinte años. Clásicamente se afirma que la duración media en los pacientes jóvenes (50 - 60 años) es de
6 - 8 años y en los pacientes mayores (> 60 años) es de 3 - 5 años.
El tiempo medio de supervivencia al diagnostico depende de factores concomitantes y de la patología asociada (8,1 en EA y 6,7 en las demencias vasculares).
El pronostico de la EA varia en función del soporte social, asistencial y terapéutico que se establece en estadios precoces.
Los principales factores relacionados con la supervivencia son el sexo (los hombres fallecen mas que las mujeres), la forma de la enfermedad y la gravedad de los síntomas conductuales.
El abuso del alcohol, las enfermedades neurológicas adicionales y la agitación también precipitan el curso clínico de la enfermedad y limitan la eficacia de las estrategias terapéuticas.
Los últimos avances de la enfermedad en él diagnostico, han sido en la RM, el PET y el SPECT, manteniendo su vigencia e importancia, la exploración neuropsicológica.
La RM, identifica la atrofia del volumen hipocampo por perdida neuronal antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad.
El PET o tomografía por emisión de positrones proporciona una imagen del metabolismo cerebral
El SPECT o tomografía por emisión de fotones, mide el flujo sanguíneo, consumo de oxigeno y metabolismo cerebral y contribuye al diagnostico diferencial de la EA con la DV
En la actualidad son escasas las opciones terapéuticas para la enfermedad de Alzheimer (EA).
Esta enfermedad constituye el tercer problema de salud en los países desarrollados después de los accidentes cardiovasculares y el cáncer.
Los tratamientos farmacológicos suelen ir dirigidos a los síntomas como la perdida de memoria o la agitación psicomotriz. Los principales grupos de fármacos tratan de intervenir sobre los neurotransmisores potenciando la transmisión colinergica para influir sobre la supervivencia y funcionalidad neuronal.
Los mas empleados son los fármacos anticolesterasicos (tacrinas, donepezilo, rivastigmina, fisostigmina y metrifonato), además de los fármacos nootropicos y neuroprotectores.
Estos fármacos están indicados después de utilizar tratamiento no farmacológico con una posible efectividad que no llega al año.
No están indicados en fases avanzadas de la enfermedad y hay que vigilar sus contraindicaciones y efectos adversos.
La nueva aportación de la regeneración de las células nerviosas en adultos (neurogenesis del adulto) a través de la estimulación ambiental no farmacológica abre nuevos caminos con insospechadas posibilidades terapéuticas. Kemperman y Gage (1999)
confirman la emigración de células madre desde los ventrículos laterales hasta el bulbo olfatorio, aumentando la ramificación dentritica, las neuronas y la neuroglia. (Gould y McEwen, 1997;Erickson,1998)
Desde los años 70 se han sugerido gran variedad de técnicas para modelar respuestas de orientación adecuadas, como
la reorientación a la realidad,la remotivación, la terapéutica de refuerzos, la terapéutica de aptitudes, la estimulación sensorial, el reentrenamiento de la memoria o rehabilitación cognitiva, la terapéutica del medio, etc.
La mas ampliamente evaluada y conocida es
la terapia de orientación de la realidad (ROT), utilizada ampliamente en Inglaterra y Estados Unidos desde 1978 ( Drumond y cols.), y posteriormente Holden y Woods, 1988. Es una colección flexible de estrategias que, habitualmente, conllevan la repetición de datos reales, la presencia continua de información actual y bastantes componentes de socialización:
a.- Podemos realizarla como
ROT 24 horas u orientación informal a la realidad, donde la información se realiza en cada contacto del paciente con los cuidadores, comentándole al enfermo donde esta, de donde viene, a donde va, que día y hora es y que sucesos están ocurriendo a su alrededor. Damos la información de forma clara y lentamente, utilizando a la vez la mirada, el contacto físico, relojes, calendarios y dibujos de gran tamaño.
b.-
Las clases ROT u orientación formal a la realidad, en la que las informaciones orientadoras se ejecutan de forma masiva en reuniones de grupo, son sesiones de 20 a 30 minutos, en grupos de tres a cuatro enfermos, según su patología y nivel de deterioro. En un entorno especial con relojes, calendarios y elementos de aprendizaje y orientación en el tiempo y en el espacio, así como recuerdos personales y familiares de identificación de la personalidad. Siempre evitaremos realizar dos tareas simultáneamente o dos estimulaciones distintas y sincrónicas.
En los pacientes psicogeriátricos demenciados la orientación de la realidad en el área de la
reorientación verbal, mediante una formación activa, nos ha mostrado mejorías en el funcionamiento social y de orientación. Son elementos importantes los ánimos y refuerzos en este reentrenamiento.
Los estudios realizados comparando la
orientación de la realidad con una terapia social mediante conversación de grupo, indican que la orientación verbal y el funcionamiento independiente mejoran y aumentan en el primer caso, en definitiva el funcionamiento cognitivo se incrementa mas con un programa de orientación a la realidad que con una terapia social.
Los principales ejercicios de orientación a la realidad efectuados son:
1.- Pautas a los ancianos en una deambulación guiada para localizar áreas claves de su dormitorio, llaves luz, timbre alarma, cama, mesita de noche, etc.
2.- Pautas para identificar por colores, dibujos o esquemas la planta o zona en la que se encuentran. Debemos aumentar la luminosidad de todas las zonas y la iluminación nocturna.
3.- Participación en talleres protegidos de costura, cerámica, cartón, modelismo, tablero de noticias, tablero de actividades instrumentales y orientación a la realidad, etc.. Refuerza la satisfacción vital y el interés social.
4.- Ejercicios de reentrenamiento de memoria o rehabilitación cognitiva sencillos.
Los máximos logros prácticos terapéuticos conseguidos en la EA corresponden a las actividades reeducativas comportamentales.
La reeducación comportamental activa, es una forma de orientación a la realidad, pretende la adaptación al entorno para una mayor autonomía, la modificación de las interacciones sociales para lograr los máximos contactos e independencia y conseguir las más eficaces estimulaciones y activaciones para incitar la intervención del paciente.
Las practicas educativas comportamentalesse apoyan en el estudio de la relaciones existentes entre sucesos antecedentes y consecuentes y en la conducta producida. Pretenden modificar estas relaciones de dependencia cambiando o suspendiendo los sucesos productores de conductas indebidas. La actuación pretende una
reacción comportamental positiva, identificando la conducta que deseamos modificar, estudiando las variables que intervienen en ella e investigando las consecuencias ambientales para crear
un Programa personal adecuado a cada caso.
En todos los casos, tratamos de aumentar el intercambio verbal, la frecuencia de contactos sociales, el incremento de la autonomía de la marcha, la participación en actividades de grupo, la disminución de las conductas peligrosas, la orientación espacio-temporal y del entorno, la higiene corporal, etc.