La UNICEF promueve la lactancia materna como una herramienta que contribuye a la supervivencia de los bebés en sus dos primeros años de vidas. Sin embargo, para los bebés nacidos prematuramente, este proceso no es tan fácil o en algunos casos, directamente beneficioso. El propósito de este articulo, es el de explicar como la prematuridad está conectada a la presencia de disfagia y determinar en cuales casos sería una buena alternativa.
La UNICEF (unicef.org) promueve la lactancia materna como una herramienta que contribuye a la supervivencia de los bebés en sus dos primeros años de vidas. La UNICEF comenta: “Si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas. Y esas vidas no sólo se salvarían, sino que mejoraría sus condiciones actuales, debido a que la leche materna es el alimento perfecto para el niño durante los primeros seis meses de vida en forma exclusiva y hasta los dos años en forma complementaria.”
Un sin número de revisiones basadas en la evidencia han convergido a un punto común: que la lactancia materna tiene ventajas para el bebé en los dos primeros años de vida ya que el calostro (primera leche que produce la madre después del parto) le protege contra infecciones, enfermedades y es un laxante natural para el recién nacido. La leche materna garantiza el crecimiento, desarrollo e inteligencia del niño y fortalece el vínculo afectivo.
Finalmente, se cree que la leche materna protege al bebé de alergias, enfermedades de la piel, desnutrición, obesidad, diabetes juvenil y deficiencia de micronutrientes.
Sin embargo, para los bebés nacidos prematuramente, este proceso no es tan fácil o en algunos casos, directamente beneficioso. El propósito de este articulo, es el de explicar, lo más claramente posible, como la prematuridad está conectada a la presencia de disfagia que en consecuencia impacta directamente los objetivos de una alimentación oral eficiente y segura. También busca determinar en cuales casos, el intentar la lactancia materna, sería una buena alternativa.
Marco Teórico/Fisiológico y de Desarrollo
Los niños pretérmino desarrollan las habilidades necesarias para comenzar la alimentación oral una vez su salud se estabiliza y cuando éstos alcanzan una edad postconceptional que apoya y garantiza la coordinación de la respiración y la deglución con un funcionamiento oromotor apropiado. El tiempo de iniciación de alimentación oral completa (es decir con un consumo adecuado que facilite el crecimiento y mantenimiento de la estabilidad fisiológica) puede variar de días a meses para el bebé pretérmino.
El enfoque de la alimentación del bebé durante éste período de transición debe ser desarrollado y adaptado a las necesidades individuales de cada bebé. Por lo tanto no se puede hablar de una estandarización de procedimientos en estos casos (Thoyre et al. 2005).
Los médicos Neonatales, y todos los demás profesionales que trabajan con las familias durante el período post-nacimiento del bebé prematuro, e inclusive los padres del bebé prematuro, están en una posición importante para observar y apoyar el desarrollo de una de la habilidad motriz emergente más importante en el bebé: la alimentación oral.
Las habilidades de alimentación oral han sido comúnmente concebidas como la capacidad del lactante para organizar y coordinar las funciones oromotoras de una manera eficiente que le permita al consumir suficientes calorías para su crecimiento.
Pero esas habilidades motoras que contribuyen a la alimentación temprana son habilidades mucho más complejas. Estas también implican que el lactante tenga la capacidad de (1) iniciar y mantener fisiológicamente la desafiante tarea de amamantar, (2) tener una organización adecuada de las habilidades oromotoras a largo plazo para garantizar los beneficios funcionales, (3) coordinar de manera efectiva y eficiente la respiración-deglución para evitar apneas prolongadas o la aspiración de líquidos, y finalmente (4) regular la profundidad y frecuencia de la respiración para mantener la estabilidad fisiológica.
En este caso, el Fonoaudiólogo/Patólogo del Habla tiene una función de liderazgo, toda vez que su perfil profesional le hace el miembro más idóneo para intervenir en éste tipo de situaciones.
Todos los profesionales que intervienen con éste tipo de bebé, deben tener un conocimiento específico de cómo se desarrollan las habilidades oromotoras en el bebé prematuro. El desarrollo de las habilidades motoras responde a cambios en el cerebro de bebé, cambios en el crecimiento de su cuerpo, y las experiencia a las que éste está expuesto (Adolph, KE et al. 1998) Dos factores afectan la progresión en la capacidad de alimentarse oralmente: el estado de salud del bebé y las experiencias de alimentación oral que este pueda tener. Estudios adicionales, basados en la neuromaduración incluyen también la capacidad del bebé de regular el oxígeno, su capacidad de permanecer alerta y el desarrollo de la fuerza y organización de la succión.
Las influencias externas también pueden cambiar la naturaleza de la labor alimenticia. En esta población, influyen la talla del bebé, el tamaño del pezón de la madre, la velocidad del flujo de la leche materna, el impacto de los tubos nasogástricos utilizados para soportar la alimentación, y el tipo del apoyo alimenticio proveído por la madre (la cual puede alternarse con otras presentaciones de alimento adicionales a la alimentación de seno).