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Las palabras son un reflejo de la disparidad social, hay estereotipos bien definidos acerca de los términos que utiliza una y otra clase social. La lengua nació como una herramienta liberadora del hombre, es primordial para el ejercicio del pensamiento y el discernimiento, pero se ha convertido en esclavizadora y como un sistema de decantación
La familia, la escuela y el medio en general, son quienes realmente influyen y hacen a un ser humano más o menos capaz para hablar y desenvolverse en su medio. Cada uno a su vez, influye de una manera particular, marcando las bases para el desarrollo y desenvolvimiento futuro del individuo, tal como ocurre con el influjo familiar, cuya importancia es mucho más crucial para los niños con trastornos del habla.
Bajo esta consideración, abordaremos la situación del reduccionismo de vocabulario, tanto en la familia como en la escuela, para finalmente referirnos a las actitudes que dichos chicos (as) asumen frente a su lenguaje y a los demás, condicionando su grado o nivel de ajuste o adaptación al medio en el que interactúan
La familia y la escuela son los marcos donde básicamente se adquiere y desarrolla el lenguaje de la mayoría de los seres humanos de nuestra sociedad. Nadie discute el papel del entorno familiar en el acceso a las primeras etapas del lenguaje. La importancia de la escuela es igualmente incuestionable, ya que favorece las relaciones e interacciones necesarias para que se desarrolle la comunicación interpersonal y, en buena medida como consecuencia de ello, la evolución del lenguaje. Así, una de las características de la escuela es que puede potenciar el desarrollo del lenguaje.
Por supuesto, esta realidad exige cambios estructurales radicales, pero la utopía, la razón utópica no puede morir (...) Hay que seguir haciendo camino al andar, como nos enseñó el gran poeta español García Lorca.