El canal auditivo es una vía muy importante para aprender, para conocer el mundo, las personas, los objetos y para desarrollar las habilidades lingüísticas. El no poder oír, limita a los sujetos a explorar y manipular objetos; empobrece el intercambio, la comunicación y la recepción de información de los medios de comunicación.

Los estudios realizados por la Doctora Dominique Collin, posibilitan, a partir de una descripción de los diferentes hándicaps: biológico, verbal, intelectual y socio-afectivo, las características más destacadas de las personas que presentan déficit auditivo.

Handicap biológico:

Los sentidos tienen una función biológica, en la medida que aportan a la persona información útil y necesaria para el desarrollo de la vida cotidiana. La privación auditiva potencia la vulnerabilidad de las personas exponiéndolos a accidentes y riesgos.

Algunas informaciones suministradas por el oído se complementan con el sentido visual y el sentido vibratorio. “Al existir un deterioro en el aparato auditivo, pueden ocasionarse trastornos en los canales semicirculares, utrículo y sáculo, dificultando el equilibrio y la orientación en los desplazamientos donde no se guían con la vista”.

 

Referencias

Collin, D. Psicología del niño sordo. Ed. Toray-Masson. Barcelona, España.
Morgon, A. y otros. Educación precoz del niño sordo. Ed. Masson. Barcelona, España. 1984.
Löwe, A. Audiometría en el niño. Implicaciones pedagógicas. Ed. Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 1981.
Fisher, B. Niños con trastornos auditivos. Manual para padres. Ed. Galerna. Buenos Aires, Argentina. 1981.

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