La lógica del pensamiento humano es una lógica derivada de lo ilógico, de la forma en que dialógica y socialmente el hombre a explicado, desde diferentes puntos de vista y por diferentes caminos conceptuales, su existencia. Finita en lo individual, permanente en lo cultural.
Los procesos cognitivos atencionales. Una aproximación conceptual desde lo social.
Fuente: Revista de Antropología experimental.
La lógica del pensamiento humano es una lógica derivada de lo ilógico, de la forma en que dialogalmente y socialmente el hombre ha explicado, desde diferentes puntos de vista y por diferentes caminos conceptuales, su existencia. Finita en lo individual, permanente en lo cultural. Es esta misma lógica, que no sabemos por que es ilógica pues fue creada “lógicamente” para un determinado fin humano, la que a sido motivo de interminables tareas de escritura (este mismo escrito forma parte de esa interminable vía), que si se estudia en su contexto temporal o social, serán defendidas por los motivos y circunstancias que rodearon su estructuración por quienes hicieron una aproximación fenomenológica a este campo de la ciencia. Dentro del contenido de esta serie de ideas se analizan algunas consideraciones ideológicas sobre la atención como concepto psicológico a partir de referentes funcionales y metodológicos que serán ensayados desde lo social.
Una de estas primeras aproximaciones al problema de la atención fue hecha por uno de los clásicos de la psicología, William James quien en forma especulativa ya relacionaba la inteligencia de los sujetos con el grado de atención que estos alcanzaban en sus procesos mentales, posición que es todavía sostenida desde la trinchera final de la profesión psicológica como bandera, ya casi estandarte, de una visión causal y empírica de las funciones cerebrales en el individuo.
Afirmaba dicho psicólogo que “lo que se denomina atención sostenida resulta más rica en adquisiciones, cuanto más fresca y original sea la mente” de lo cual podemos derivar (aunque existan pocos trabajo empíricos sobre el tema) que existirán personas cuyo potencial neuronal y funciones de las zonas cerebrales que entablan conexión para este tipo de proceso cognitivo les permite tener una nivel de atención mayor que otros, es notorio que la atención entonces no responde a una lógica de la funciones cerebrales sino más bien a la discriminación que el sujeto hace de lo que culturalmente, educativamente y selectivamente le brinda mayor oportunidad de información y conocimiento.
Desde luego que nuestra propia opinión se sostiene por la apreciación filosófica conceptual creada a partir de las reflexiones sobre el tema, y la idea de unir los procesos cognitivos en una visión integral que nos lleven a propuestas mucho más extensas para delinear una nueva cara de la psicología como ciencia de lo humano y por lo tanto de lo social.
Es la misma preocupación, respetando los niveles de acercamiento explicativo, manifestada por Tirapu Ustárroz, Muñoz Céspedes y Pelegrín Valero en su trabajo de investigación denominado“funciones ejecutivas: necesidad de una integración conceptual” al concluir que: “Los intentos de anclaje en modelos funcionales o en la localización cerebral terminan por sustituirse por constructos de corte psicológico, demasiado distantes de la neuropsicología tal y como la entendemos. Este proceso de descripción y definición comporta pérdidas y transformaciones de información mediadas por teorías o supuestos de los que no se necesita ser consciente”.
En otras palabras los conceptos manejados en forma aislada de atención, percepción, inteligencia etc. han sido elaborados como constructor explicativos en especifico sobre una determinada posición del autor que los analice pero no se a logrado integrar el constructo de atención en un todo significativo que explique el por qué del la selección de una información y la forma en que discriminamos cognitivamente la otra, la que queda fuera de nuestras posibilidades de entender o de captar.