No debemos de olvidar que las decisiones inapropiadas pueden incrementar el riesgo de malnutrición y deshidratación e inclusive poner en peligro la vida del paciente.
Toma de decisiones en el manejo del paciente disfágico.
INTRODUCCION
Estamos siendo testigos como el promedio de vida va en aumento en los últimos años lo que hace más frecuente la presentación de problemas deglutorios afectando a millones de personas cada año ,muchas veces sin saber que lo que tienen puede ser tratado y resuelto por una profesional de la Logopedia. Son los casos de aquellos pacientes que portan tubos de alimentación durante años o sufren de aspiraciones o neumonías constantes con una pésima calidad de vida.
DISCUSION
No hay lugar a duda que una adecuada toma de decisiones va a depender de los conocimientos sobre anatomía y fisiología de la deglución ,la evaluación de la cognición, el seguimiento de ordenes, la habilidad para interpretar estudios radiográficos y por supuesto el trabajo en equipo como los más importantes pero no los únicos aspectos a considerar. No debemos de olvidar que las decisiones inapropiadas pueden incrementar el riesgo de malnutrición y deshidratación e inclusive poner en peligro la vida del paciente.
Uno de los primeros dilemas es la propia evaluación, se debe de considerar si esta va a incluir un procedimiento que puede ser riesgoso para el paciente. Idealmente debemos planear una evaluación rápida, que no sea costosa y que en la mayoría de casos se puede lograr durante el examen clínico en la consulta, pero no olvidando que cuando encontramos un problema en las paredes de la faringe debemos pensar en una videofluorografìa,y si tenemos dudas de la presión sobre el bolo y el paciente fue sometido a radioterapia debemos pensar en una manométrica.
Luego de la evaluación, es momento de pensar sobre el tipo de tratamiento que se le ofrece al paciente y a su familia, el costo-beneficio y aunque parezca increíble comprender y aceptar si el paciente desea volver a la alimentación oral o si desea morir en paz. En el caso de los pacientes terminales o con mal pronostico se sugiere hacer un informe escrito donde se especifique la situación del paciente con los riesgos informados al paciente y a la familia, ya estos posteriormente pueden presentar su decisión informada acerca de cómo van a manejar la alimentación e hidratación .