William, un estadounidense, encontró en la pintura una forma de convertir su enfermedad en algo digno de reconocerse. Su serie de autorretratos exhibidos en la Academia de Medicina de Nueva York marcan el proceso degenerativo desde que le diagnosticaron la enfermedad del olvido, el Alzheimer.
“Es un mensaje de esperanza y el mensaje que va detrás, es demostrar que esta persona valiente continuó hasta el final, hasta que él no podía hacerlo más”, comentó Patricia Utermohlen, esposa del pintor.
Fue en el año 2000 cuando William hizo su último autorretrato y ahora se encuentra en una clínica. No puede hablar, ni comer, pero a través de su obra ha dejado un testimonio de cómo evoluciona el pensar y sentir de una persona con Alzheimer.
Once Tv
14/12/2006